"Esto es el oste, señor Ramson, y aquí, cuando los hechos se convierten en leyenda, no es bueno imprimirlos".

Vista tres veces en mi vida, la primera de ellas, siendo un niño, tuve esta impresión:

"Debo confesar que me he sentido algo desilusionado. Mi padre, cuando era muy niño me la había contado, pero sólo en su parte de acción, tiros y peleas. Al verla me he sentido desbordado pues no es evidentemente como me la habían contado, es mucho más profunda".

Vista por segunda vez, en mi querido Cine Club de mi barrio, Algorta (Getxo, Bizkaia) y presentada magistralmente (como siempre) por mi querido amigo Manu, me he quedado extasiado. ¡Qué belleza¡ Diálogos inteligentes, interpretaciones recias, dirección perfecta, guión sublime, música preciosa. En fin, una obra maestra donde se habla del amor, de la amistad, de la justicia, de la ley, de la verdad y de la leyenda...
Sublime.

Y ahora, hace poco, en noviembre de 2019 la vuelvo a ver tras dos días de ver paja, esto es, pelis sin mucho ton ni son, pues la tenía grabada y me la veo.
Y, curiosamente, a pesar de haber pasado un buen número de años desde la segunda visión, compruebo que la recuerdo perfectamente. No todo en progresión, pero sí lo principal, incluso diálogos, como este:

"- Tú no puedes votar Liberty, tú no vives aquí.
- Yo vivo donde cuelgo mi sombrero".

Y es que está llena de hallazgos tanto verbales como visuales, amén de estar impregnado de una falsa historicidad que, curiosamente, le otorga una pátina de verdad pues habla de sentimientos universales, como la lealtad, la verdad y el sentido de la justicia.
Me sigue pareciendo una obra maestra a pesar de que no está considerada por los más entendidos en la filmografía de Ford, como de sus mejores obras. Será cierto, no lo pongo en duda, pero a mí me sigue pareciendo magnífica.

https://filmsencajatonta.blogspot.com