Brillante último film del maestro (no por todo/as reconocido) Tarantino.
Lo único malo que se puede decir de ella (además de la sempiterna canción de su violencia extrema en ciertas escenas (aquí bastantes)) es su larga duración. Dura prácticamente tres horas, lo que no será (y lo comprendo) del agrado de la mayoría de espectadores.
Pero quitando esos dos extremos creo sinceramente que estamos antes una magistral película, con excelentes interpretaciones de todo/as (sobre todo, para mi gusto, de Goggins y Jason Leigh), una muy estimable banda sonora del también maestro Ennio Morrricone, sublime fotografía de Robert Richardson a toda pantalla (originalmente pensada para 65 milímetros con lentes Ultra Panavisión 70), y un guión enormemente trabajado del propio Tarantino, que sí es cierto que a veces parece rizar el rizo, pero que luce de maravilla, con soberbios diálogos, humor marca de la casa (creo que menor que en otros filmes del realizador), y unas escenas de acción sencillamente deslumbrantes.
El resultado final es magnifico, resultando a pesar de su larga duración (de acuerdo), enormemente entretenida, un pasatiempo nada vulgar y sí muy inteligente, que deja un sabroso gusto de exquisito manjar cinematográfico una vez sales de la sala de cine (por cierto, quien pueda descargársela para verla en el ordenador o tele, mejor que no, esta clase de filmes, como "El Renacido", deben verse OBLIGATORIAMENTE en el cine, si se puede, claro, no en vano en pantalla chica quedan muy menores). Pero en fin, que cada uno/a haga lo que le parezca.
De visión obligatoria para los amantes del cine, excepto enemigos irredentos de Quentin...

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