Premiada en el reciente Festival de cine Internacional de Donostia 2014, donde ha conseguido los prestigiosos premios Concha de Plata mejor actor (Javier Gutiérrez), mejor fotografía: Álex Catalán, se trata de un film interesante pero también, y en lo que a mi respecta, insatisfactorio.
Es un film de intriga policiaco con maníaco al fondo, que posee una elegante puesta en escena, con exquisita fotografía y una interpretación excelente de Javier Gutiérrez, pero también es cierto que se nos ofrecen muchas pistas, cebos por así decir, que el espectador no duda en aceptar pero que luego muchas de ellas quedan en agua de borrajas.
Y es que el guión posee aristas que se tocan superficialmente, dejando con ganas de saber más al respetable.
Por lo demás, se sigue con interés, pero a mí al final no me llega a convencer del todo por considerar que se queda en algunos temas y situaciones a medias, amén de resultar sino fría sí algo distante, sin llegar a apasionar ni emocionar pese a lo duro del argumento