Interesante y en su primera mitad, atractivo filme que no se sabe bien en ese momento dentro de qué género inscribirlo, pero luego se hace más claro.
En su primer tercio, los diálogos son fluidos y la presentación del protagonista, un crítico de arte, no puede ser más disfrutable. Aquí se habla del valor de una obra de arte, que se supedita a lo que los "sabios"del mismo, les hacen saber a los vulgares mortales, sobre su calidad. Un juego de trileros donde la mentira bien contada, tiene más valor que la obra en sí.
Luego la intriga, el misterio, comienzan a aparecer y con el personaje del siempre excelente Donald Sutherland, el film se viste de elegancia y sofisticación, amén de iniciarse una relación muy bonita de respeto y amistad entre el pintor y la protagonista. Sin embargo, todo derivará, casi se sopetón en un thriller donde el crimen, el asesinato, aparecen de súbito para derivar en un argumento mucho más oscuro.
La pena es que, siendo entretenida y siguiéndose con interés, la realización de Capotondi es convencional e irregular, no sabiendo extraer de forma totalmente feliz los escasos pero muy atractivos elementos de los que dispone. Así, el filme es honesto y muy digno, pero al final deja al espectador con una sensación de trabajo sin pulir, sin finalizar del todo de manera convincente. Y es una pena por cuanto se parte de una buena novela de Charles Willerford.

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