Bueno, después de 7 meses de duro trabajo a bordo de un barco, llego a casa con hambre de cine y me decido a soltar adrenalina sufriendo con esta película de infectados que hiela la sangre. Danny Boyle es un director del que he visto ya varios trabajos y lo que más me gusta de él es que nunca hace un cine fácil de degustar, es un tipo poco complaciente cuyas películas a veces resultan fuertes y duras para nuestra sensibilidad. Esta no es una excepción. Tiene un comienzo arrollador y su continuación es similar hasta la hora de metraje en la que la película entra ya en un ambiente de locura difícil de soportar. En este film descubro la valía como actor de Cillian Murphy, al que había visto en ciertos trabajos sin mucho que arriesgar pero aquí se hace dueño de su personaje y para mi cumple perfectamente con su papel de superviviente de ese holocausto de virus que asola Inglaterra. Junto a él el descubrimiento de una actriz inglesa llamada Naomie Harris quién me ha encantado, para mí ha sido lo mejor de este film junto con un Brendan Gleeson que, a pesar de tener un papel mucho más secundario que el resto de actores, brilla con luz propia como padre que intenta salvar a su hija de una muerte casi segura a manos de los infectados por el virus. También se puede disfrutar en esta película de un Christopher Eccleston con un gran parecido físico a Ralph Fiennes y que también aprueba en su papel de militar cegado por la obsesión por la supervivencia del género humano. Película muy dura en ciertos momentos, con un aire a cine moderno tirando a videoclip, con una buena música de fondo y con imágenes y situaciones impactantes. Hará las delicias de los amantes del género, al igual que su continuación, "28 Semanas más tarde".