Sobre todo, y prácticamente todo, fabulosamente dirigida (pero por la otra punta). Hay que añadir que es una propuesta arriesgada pues el tema en sí, es arriesgado, y para un director mediocre pues no llegará a buen término. No goza del aliciente claro de un argumento de auténtica sorpresa pero impulsado por la enérgica dirección de Almodóvar (tiene que ser rabiosamente mandona) y acompañado del reconocido talento del actor principal (que bien se lo montó), la película puede contemplarse como algo novedoso.

En concreto, ese algo pasable es el vestuario; el de un mimo encerrado y el otro, menos original, el de un hombre tigre. Creo que no hay más. En todo caso podemos también entrar a valorar una vistosidad de movimientos cuasi felinos, otros más evidentes, íntimos diríamos, y lo demás, vulgar desarrollo, una escasa intriga que pulula por ahí, y el medio ambiente de este tipo de películas con el mundo y vanidad del autor.

No cabe duda que Almodóvar habrá gozado dirigiendo las dramáticas escenas y "moldeando" con sus órdenes la expresividad de los actores en los primeros planos, incluso con las docenas de tomas que salen del automóvil entrando en el cigarral de Toledo donde transcurre la historia, por lo que se puede decir sin temor a equivocarse que la acción, ausente total de efectos especiales de los que Almodóvar no huye, sino corre (y teme) porque no sabe hacerlos, tiene sus momentos nítidos Almodóvar que tanto convencen a sus seguidores/as.

Por lo demás, logra aburrir con cierto estilo, es mayormente pretenciosa y bastante floja.

Fdo. El Espíritu de la Contrariedad.