No puedo explicarme que una película como Interstellar tenga un 7,8 de media, que es la nota típica del examen de un empollón que va de sobrado y ha hecho el examen sin esfuerzo, y ésta de Predator se quede en un puñetero 4,8 que es la típica nota que pone un cabrón de profesor para joder aposta y no querer llegar al 5, aunque lo merezca.
Predators tiene un guion clásico de ciencia ficción que supera a la otra ya que tiene una coherencia de principio a fin, te entretiene, te mantiene a la expectativa por muchos motivos y además tiene a los depredadores que, como sabemos, quedó demostrada su existencia y, ojo, su afición a la caza deportiva.
A diferencia, la de Interstellar, que también es de viajes interplanetarios, termina sin demostrar nada, carece de hilo argumental y no tiene coherencia, se limita a ir de flor en flor y ya está, a pesar de tanta charla de agujeros de gusano y tanta palabrería científica, que por mucha atención que pongas en las explicaciones, al final te quedas como en Babia o peor.
Predators es la típica película de supervivencia, en este caso en un mundo inquietante donde sólo van los mejores. Adrien Brody, a lo Manolete, estoquea de puta madre y los demás acompañan dando un juego de lo más entretenido con buenos efectos especiales, más una buena historia, ritmo endiablado e incluyendo giros de 90º y 180º. Encima tienes a la moza de ensueño para dar más pasión, color y emoción.
Nadie que se enrolle con este tipo de películas de acción puede quedar desilusionado porque, vamos a ver, criticar a un predator es fácil, es verdad, pero me gustaría ver a quien lo critica que lo hiciera a la cara de uno de ellos. Pues entonces...