Para que acudamos al cine hacen falta: grandiosos efectos especiales, críticos a favor y publicidad abundante... y es ahí donde se ha invertido el dinero. El resto llega solo.

Lo que se cuenta poco importa. Ya sabemos lo que vamos a ver... Analizar una película de este género es complicado si no haces spoiler y ponerse a hablar de las nuevas misiones del entrenador de los dinosaurios, no creo que aporte mucho.
Lo que las grandes productoras necesitan es generar expectativa. Es por eso, tal vez, que existe un cierto desorden en la exhibición de los dinosaurios. J. A. Bayona parece querer situarse en el olimpo de los cineastas, y tal vez lo consiga, si continúa con proyectos tan comerciales y bien enfocados en la industria del cine; porque no olvidemos que se hace cine para ganar dinero.

Está siendo un éxito, por lo cual la maquinaria cinematográfica para recoger abundantes ingresos, ha vuelto a funcionar de nuevo.