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Voto de Vivoleyendo:
8
Ciencia ficción. Thriller. Romance La Tierra ha sido invadida por unos seres que se alojan en el cuerpo de los hombres y controlan sus mentes. Para Wanderer, la criatura que habita el cuerpo de Melanie, no es fácil acostumbrarse a soportar emociones, sentimientos y recuerdos demasiado intensos, pero la principal dificultad consiste en que Melanie lucha por conservar el control de su mente llenándola con recuerdos de Jared, el hombre que ama. La intensidad de estos ... [+]
5 de noviembre de 2013
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Huele a rematadamente comercial, lo mismo que “Crepúsculo”. Da la casualidad de que la autora de las novelas es la misma, Stephenie Meyer. Sus libros proporcionan literatura de entretenimiento. Literatura basura como muchos la llaman, pero literatura a fin de cuentas. De todos los libros se aprende algo, todos los libros nos transportan a otros mundos, otras vidas, nos prestan identidades diferentes a las nuestras. No todos pueden aspirar a ser un Dostoievsky, pero qué más da si la obra te gusta.
Pues con las películas pasa algo similar. Hay cine comercial palomitero, de puro entretenimiento, y lo hay independiente y no dirigido a las masas. Con eso en muchos casos basta para que las de un tipo sean tachadas de basura y las otras de lo contrario. Pero yo no advierto esa división tan radical. Hay miles de matices tanto en uno como en otro. Es cierto que hay películas taquilleras a las que se les puede sacar muy poca miga, y otras poco conocidas con mucha enjundia. Pero en medio existen montones que no se pueden etiquetar con tanta ligereza, o eso depende en todo caso de cada espectador.
“La huésped” se adscribe a la ciencia-ficción elegante, poco sesuda, es verdad, sin un planteamiento muy complicado, y busca más la vena sensible y romántica que grandes reflexiones filosóficas o un gran impacto visual-estético. Pero a los que no necesitamos tener delante necesariamente obras del peso de “Solaris” de Tarkovsky, nos sienta bien una película bonita aunque sea sencilla, que nos deja un poquito pensativos al final, y contentos.
Es otra idea más de las muchas que surgen hoy día en este género, y yo no diría que es mucho peor que otras. La trama se basa en la colonización de la Tierra por unos entes alienígenas incorpóreos, llamados “almas” (con ese nombre es obvio que se trata de entes espirituales sin envoltura física), que ocupan los cuerpos de los humanos y en la mayoría de los casos anulan por completo su identidad y personalidad. Estas almas han vagado por el universo y conocido muchos mundos, pero la Tierra es particularmente interesante y difícil, porque los humanos son seres primitivos, violentos, viscerales y poco razonables. Ha costado lo suyo dominarlos (o más bien sustituirlos) para establecer la paz y la armonía global y sanar el planeta de sus heridas medioambientales. Todo aparenta ser idílico... Pero ahí está el problema.
Los pocos humanos que han podido ocultarse y que luchan en la resistencia los ven como invasores, muy civilizados, muy educados, muy pacíficos, pero no dejan de ser invasores que han venido a imponer su dictadura de paz sin consultar con los habitantes de la Tierra, sin tratar de convivir con ellos en igualdad, poseyendo sus cuerpos para relamerse íntimamente de satisfacción por haber realizado su gran obra de limpieza de un planeta corrompido. Detrás de esta conquista subyace una soberbia monstruosa, la arrogancia del que se cree superior por ser diferente o venir de otro lugar.
Y los rebeldes resisten en la sombra, tan empecinados en su odio como los otros en su obsesión por la perfección.
Melanie Stryder es una fugitiva de las más combativas. Huye con su hermano y su amante, a los que quiere proteger a toda costa. Cuando está a punto de ser atrapada, se lanza al vacío con la intención de suicidarse para impedir que las almas la conviertan en una de ellos, le roben todo lo que es, revisen sus recuerdos y descubran el paradero de su familia. No muere pero queda mortalmente malherida y sus captores la curan y le introducen un alma llamada Wanderer. La personalidad de Melanie se resiste con fuerza y pelea contra la intrusa, la cual se siente abrumada por las intensas sensaciones y experiencias y el indomable carácter de su “huésped”. Wanderer es compasiva y sensible, no a la manera autocomplaciente y mecánica de otras almas, sino de forma genuina. Pronto se dejará llevar y “ambas” acabarán escapando y buscando a la gente que Melanie dejó atrás, y cada vez se implicará más en su nueva faceta de humana en medio de grandes recelos y peligros.
Total, que la historia puede ser bastante cursi y hasta un pelín lacrimógena, con triángulo (o cuadrado) amoroso incluido y, entre bastantes momentos que muestran lo fácil que es rendirse a los prejuicios y lo que cuesta ver más allá de ellos (¿a qué ser inteligente y racional, sea de donde sea, le gusta ser tratado como una "cosa"?), hay una reflexión muy bella: “Después de haber vivido tantas vidas, por fin he encontrado algo por lo que morir.”
Vivoleyendo
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