La vi en su estreno, en un pequeño cine de antaño, de los de tres salas como mucho, que dejó de existir cuando llegaron los multisalas.
Y nada del otro jueves. Una de efectos especiales con la que te diviertes en pantalla grande. Los meteorólogos locajos que persiguen tornados para encontrarse con la Némesis, el Dedo de Dios, y así conjurar fantasmas personales, incluyen un plantel de actores bastante respetable. Helen Hunt, Philip Seymour Hoffman (en el 96 todavía ni los conocía), y Bill Paxton, quien sí pega más en una peli de aventuras como la presente. A los otros dos, desde luego, hoy día me cuesta imaginármelos en una superproducción trampolín tontona pero entretenida.
Próximamente inventarán una atracción de feria para los meteorólogos aventureros frustrados: El “Virtual Twister”, con simulación de tornados reales y hasta vacas y coches volando a dos centímetros de tu careto. Pero tranqui, que tu coche siempre pesa más que ninguno y aunque esté en el mismo centro del ciclón, no lo mueve ni Dios. O la metralla disparada por la fuerza del viento destrozará casas enteras pero a ti no te hará ni un rasguño. Al salir del “Virtual Twister“, escupirás hasta arena y todo. ¡Haréis cola!