Nolan es un minucioso ingeniero de la ciencia-ficción. Diseña sus historias milimétricamente, y las dota de guiones sólidos, con engañosa apariencia de verdad. Un seguidor de Nolan sabe de sobra que todo eso es un disparate como un piano, pero se lo traga con agrado. Para “Interstellar” ha recibido el asesoramiento científico del físico Kip Thorne, que se ha traducido en alucinantes imágenes sobre agujeros negros (y de gusano), un lenguaje que a veces a los profanos nos suena así como a chino aunque lo cierto es que en general se entiende lo que dicen, y ecuaciones que imagino que serán auténticas (eso es todo un mundo arcano-cabalístico para mí, nada aficionada a las matemáticas ni a la física).
La Tierra es nuestra pachamama pero también será la tumba de nuestra especie. Lo mismo que nos dio origen, será a su vez el escenario del exterminio de la humanidad. Muy probablemente por nuestra propia culpa, o, menos probable, por algún agente externo como un asteroide o cometa en rumbo de colisión.
La cuestión es si estamos dispuestos a morir con nuestro planeta, y extinguirnos para siempre, o si vamos a luchar por sobrevivir en otra parte. Pero la pregunta clave de “Interstellar” es: ¿Intentar salvar a la gente de la Tierra enviándola a un planeta viable, mucho más difícil por el problema de enviar una estación espacial entera, o sacrificar a la actual población terrestre para empezar una “repoblación” con óvulos fecundados en dicho planeta viable, si éste fuese hallado?
Cooper es un ex-ingeniero de la NASA reconvertido, como todos, en granjero. Pero las cosechas se van agotando año tras año y pronto ya no habrá nada que sembrar. Las tormentas de polvo son cada vez más violentas a nivel global y dañan la salud y la vida de los seres vivos. La Tierra agoniza.
Cooper tiene un hijo que adora la granja y una hija que ha heredado su mente para las matemáticas, la física y la ingeniería. Como cualquier padre, quiere una vida larga y próspera para sus hijos, algo que no pueden tener en un planeta en las últimas. La niña, Murph, recibe en su habitación extrañas señales de un “fantasma” que ella cree que trata de comunicarse.
La película consta de dos partes: la presentación en la Tierra cubierta de polvo, y la gran aventura espacial que tenía que llegar.
En el vasto universo más allá de lo conocido, podría haber (o no), otro hogar para albergarnos. Y quizás el amor, al querer que nuestros seres queridos sobrevivan, sea la mayor fuerza impulsora, otra dimensión que actúa más allá de las dimensiones físicas.