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Voto de Vivoleyendo:
10
Fantástico. Comedia. Romance Lucy Muir es una joven viuda que decide irse a vivir a orillas del mar, a una casa encantada que perteneció al capitán Gegg, un marinero cuyo fantasma se le aparece. Al principio, el capitán utiliza los mismos trucos que le sirvieron para librarse de otros inquilinos, pero con Lucy no funcionan. (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2009
61 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
O puede que sí.
¿Se puede romper un corazón que ha dejado de latir? Esta es una de las frases más bonitas que he escuchado en una banda sonora. En la de "La novia cadáver", de Tim Burton.
Porque si algo tienen en común ambas películas tan diferentes es el amor más allá de la vida y de la muerte.
El capitán Gregg está muerto, pero ha decidido seguir vagando por la dimensión de los vivos para no separarse de sus recuerdos de lobo de mar. Sólo hace notar su presencia cuando hay intrusos que invaden su antigua casa, y no precisamente para darles la bienvenida. Pero un día llega la señora Muir.
Ni siquiera un espíritu huraño como el del difunto capitán Gregg puede sustraerse al extraordinario imán de una bella entre las bellas.
El romance surge impronunciable, secreto, entre miradas acariciadoras, chispas, palabras que hablan de un mar próximo y lejano, de sueños y de recuerdos, pero, sobre todo, en silencio, de tantas cosas que se perderán sin haberlas vivido.
El capitán siempre añorará todo lo que no podrá contemplar junto a ella.
Deseará no estar muerto.
Rex Harrison, atrayente como nunca me lo había parecido antes, borda a ese capitán de modales toscos y ojos de fuego que encarna la personificación de la aventura y de lo irresistible.
Gene Tierney es pura hermosura exótica y más que sobresaliente, en el papel de una mujer testaruda e independiente que encuentra al hombre de su vida de una manera muy peculiar.
O tal vez soñó que lo encontraba.
Como podría soñarlo cualquiera.
A lo mejor el capitán Gregg es el espejismo de ese amor que esperamos encontrar.
Aquí tenemos también un trasfondo de soledad. Ese océano vasto que subraya lo desconocido y lo peligroso, portador de un aura romántica y temible, pero que también es la bandera de los solitarios. Como Lucy y como Daniel. Almas en busca de compañía. Qué más da estar vivo, o muerto.
Bernard Herrmann, sublime. Poniendo el marco musical idóneo a un precioso romance ultraterrenal.
Puede que amar no sea sólo privilegio de los vivos.
Vivoleyendo
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