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Voto de Vivoleyendo:
9
Drama Basada en una historia real. Después de haberse retirado del boxeo, James J. Braddock decidió volver al cuadrilátero, en la época de la Gran Depresión, para poder alimentar a su familia. No era un boxeador con talento, pero su coraje, sacrificio y dignidad lo llevaron hasta la cumbre. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2009
39 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada persona saca fuerzas de algún lugar. Un lugar impreciso, que no es cuerpo ni tampoco es alma, o que tiene un poco de los dos.
Cuando se avecinan tiempos adversos, cuando se camina en precario equilibrio, o cuando uno tiene que saltar al cuadrilátero de la vida y pelear por lo que importa, hay que sacar fuerzas de ese lugar que no sabemos muy bien dónde está.
A veces el mayor entrenamiento, la mayor experiencia y el mayor coraje los proporciona la dureza misma de esta vida. Y el amor. Sobre todo el amor.
Un hombre que parece acabado, que llega a la mendicidad, que debe dinero en las tiendas del barrio, que no puede pagar las facturas y el hambre y el frío se ciernen tras la puerta; que se desloma trabajando en algún empleo esporádico (y eso si tiene suerte, porque en plena Gran Depresión las colas de los desempleados desesperados son deprimentemente largas), que nunca lleva a casa lo suficiente para cubrir los gastos, que cuando no puede más y lo ve todo negro suplica como último recurso por unos dólares, y llora.
Pero él sabe cuál es su fuerza. Es Mae. Son sus hijos, Jay, Howard y Rosie.
Por ellos dará hasta su último aliento.
Hay personas que tienen en casa todas las riquezas del mundo, y no consisten en dinero.
Cuando a Braddock, zozobrante pero en pie, se le concede una segunda oportunidad en lo que él destacó algunos años atrás, el boxeo, lo que ve es el rostro de su mujer mirándolo con valiente orgullo, y las caritas de sus pequeños transfiguradas de adoración. Ve cómo el terrible fantasma de la pobreza se aleja y deja de acosar a los seres a los que más quiere.
En el momento en que, en su renacimiento como boxeador, regresa al ring para seguir peleando como lo ha hecho siempre, tanto dentro como fuera de ese espacio, lo que hace latir su corazón y circular su sangre, lo que despeja su cerebro y mueve sus miembros, lo que lo sostiene con una determinación que va más allá de toda resistencia, de todo límite, es el amor.
Es esa botella de leche vacía en el umbral. Son las facturas impagadas de la electricidad, del gas, del agua y de la calefacción. Es Mae resistiendo los temporales con una inagotable entereza. Son sus hijos enfermos por el frío y por la carencia de buenos alimentos.
Todo eso está en su mente mientras se entrega hasta la última partícula sobre el cuadrilátero.
La antigua gloria renace de sus cenizas, para asombro del país entero.
Por todas partes, el pueblo lo aclama como su esperanza, como el sueño que todos quieren alcanzar.
Su ejemplo de coraje inspira a la gente en unos tiempos muy crudos. La Gran Depresión ha arrasado el país como una plaga de peste. La población necesita creer.
Y cree en Braddock, que de la nada sube a lo más alto.
El amor hace milagros… Y un ser que ama de verdad es capaz de lo increíble.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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