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Voto de Vivoleyendo:
7
Romance. Drama. Ciencia ficción Un hombre (Hugh Jackman) realiza dos viajes: uno al pasado, a la España del siglo XVI, y otro al futuro, al siglo XXVI. Su objetivo es salvar la vida de su esposa enferma de cáncer, pero para ello tendrá que encontrar el legendario árbol de la vida cuya savia proporciona la inmortalidad. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2007
31 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la madrugada del 24 de febrero de 1987, Ian Shelton, un joven astrónomo canadiense que exploraba el firmamento en el observatorio Las Campanas (Chile), descubrió un fenómeno inesperado: una región del cielo situada en la zona de la Gran Nube de Magallanes (una galaxia muy cercana a la nuestra), se había iluminado inusualmente. Eso sólo podía significar una cosa: una estrella de la vecina galaxia había explotado en una espectacular y titánica explosión conocida como supernova. Según las investigaciones, el promedio de supernovas que se pueden observar desde la Tierra asciende como mucho a una o dos cada siglo, y eso con suerte. Pues bien, aquella noche memorable, nos llegó el testimonio de que, en la Gran Nube de Magallanes, la estrella conocida como Sanduleak -69º 202 había dejado de existir drásticamente.
Con todo esto pretendo llegar a lo siguiente: una supernova es una estrella de gran tamaño que, al morir y apagarse, se colapsa y estalla en una explosión tan potente que arroja todas las capas de los gases que la forman, expandiéndolos en un radio de muchísimos años-luz. De la estrella originaria sólo queda un pequeño núcleo muy energético conocido como estrella de neutrones, y a su alrededor flota una inmensa telaraña de gases luminosos que anteriormente habían pertenecido a la estrella ya fenecida. La energía que desprende a la velocidad de la luz una supernova mientras estalla, es tan cataclísmica como la acción de muchos millones de bombas de hidrógeno por segundo, y dicha energía se expande causando una notable perturbación del entorno que la rodea. Y dicha perturbación dará lugar al nacimiento de nuevas estrellas.
Y a eso quería llegar yo: “la muerte como un acto de creación” (frase que Rachel Weisz pronuncia en la película).
En nuestro cielo también podemos contemplar la maravillosa constelación de Orión, poblada de nebulosas, que son grandes formaciones de gases cósmicos en los que se generan nuevas estrellas. En la película, observamos una de esas grandes nebulosas que rodea a una estrella moribunda, una estrella que en la hora de su muerte se desprende de sus capas externas. Y en dichas capas se halla el secreto de la creación de nuevos retoños estelares.
La película conecta la teoría de la muerte estelar como generadora de nuevos cuerpos celestes, con antiguas leyendas según las cuales el sacrificio de una vida humana fue imprescindible para generar todas las formas de vida en la Tierra. Ciencia y mito se unen para conducirnos por un fascinante y poético viaje a la fuente de la vida, planteando una de las grandes cuestiones que siempre han intrigado a la Humanidad: la lucha contra la muerte, contra la enfermedad, contra el inexorable proceso que siempre conduce al mismo final. La lucha por la inmortalidad. Y, sobre todo, por salvar la vida de ese ser amado que se apaga ante nuestros ojos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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