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Voto de Vivoleyendo:
8
Bélico. Acción. Drama Drama bélico que ha pasado a la historia por ser el primer film que ganó el Oscar a la mejor película, el año de la creación de los premios de la Academia americana (años 1927-1928). (FILMAFFINITY)
14 de octubre de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una de las primeras grandes superproducciones de la historia del cine. Se merece el honor de haberse llevado el primer premio Óscar a la mejor película. La Academia no siempre acierta, pero en aquella ocasión sí tuvo buen criterio.
Cuando piensas que fue rodada entre 1926 y 1927 (¡todos mis abuelos eran críos en esa época!), apenas cerrado el primer cuarto de un siglo tan convulso como fue el siglo veinte, y ves todos esos planos aéreos tan realistas, esas escenas rodadas con cientos de extras asumiendo verdaderos riesgos en los campos ficticios de batalla (las detonaciones de artefactos explosivos no eran ficticias), y en general contemplas ese despliegue grandioso que debió de ser más pesadilla que euforia para el eficiente Wellman (gran acierto en la elección de director)... Sabes que te encuentras ante un proyecto digno de elogio. Un proyecto ampliamente disfrutable, incluso siendo una película muda, un género que en la actualidad ha quedado relegado a los nostálgicos y los más incondicionales cinéfilos.
Aunque la guerra se presenta de una forma grandilocuente, con esa empalagosa costumbre de los intertítulos rimbombantes (imagino que por las presiones de un afán propagandístico que imperaba en una etapa marcada recientemente por una de las peores guerras de todos los tiempos), Wellman sin embargo intenta ceñirse a la cruda realidad bélica en la medida en que le es posible, teniendo en cuenta que para el director de una superproducción de este calibre y con tantos intereses de por medio, es muy difícil imponer su propio criterio. Pero él lo logró. Ahí dejó a las claras que era un cineasta hasta la médula.
Son detalles muy propios de él, por poner un par de ellos como ejemplo, el de ofrecer un protagonismo bastante destacado a un personaje femenino (Mary Preston, interpretada por Clara Bow, que sigue a su amor a la guerra.) Wellman hace lo que puede por dignificarla dentro de las fuertes limitaciones del papel de la mujer (siempre condenada a un segundo plano, a ser la abnegada y sufrida enamorada florero que tiene que esperar pacientemente y virtuosamente al objeto de sus suspiros mientras él se va al centro de la acción y echa todas las canas al aire que se le antojan, olvidándose de la pobre infeliz que le aguarda; resignada a ser tratada como una mujer objeto y con condescendencia donde quiera que va, que ni siquiera luciendo uniforme del ejército es respetada; sufriendo un quinario sin derecho al pataleo ni a cantarle las cuarenta al galán.)
Otro detalle a señalar y que alude a un rasgo de Wellman que me gusta mucho, su ecuanimidad y su postura contraria al racismo y la xenofobia, es la aparición de ese divertido soldado hijo de inmigrantes que al alistarse causa alboroto y suspicacias a causa de su nombre alemán, pero que resulta ser tan estadounidense como el béisbol o las hamburguesas con patatas, como lo demuestra el descacharrante tatuaje de su brazo.
Se aprecia también ese aire de ingenuidad de los años mozos del séptimo arte en algunas secuencias por entonces valientes (hombres que se besan en las mejillas y se demuestran afecto fraternal mediante contacto físico, escenas fugaces de desnudos por las que los actores y extras no cobraban cifras astronómicas.)
En definitiva, y pese a no ser un filme redondo ni perfecto, posee una elevada calidad técnica y unas escenas de acción sobresalientes. Para ser una larga película muda de los años veinte, es bastante entretenida. Lo más pobre es la casi forzada trama romántica, frente a la más rica y compleja trama de amistad entre Jack y David, en un principio enfrentados por la misma chica, pero que dejan de lado sus diferencias para convertirse en leales compañeros del aire.
Dicen que algunas de las amistades más potentes que se forjan son las que nacen en tiempos de guerra.
Será que se valora más a la persona que se tiene al lado, porque la muerte está siempre a un paso.
Vivoleyendo
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