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Voto de Vivoleyendo:
8
Drama. Comedia Masao es un niño de nueve años al que le toca pasar las vacaciones de verano con su abuela; así que se acabaron los partidos de fútbol, ya que todos sus amigos se han marchado a la playa. El aburrimiento de Masao es tal que se le ocurre la idea de buscar a su madre, a la que nunca ha visto. Con muy poco dinero y con una fotografía y una dirección como únicas referencias, el plan parece condenado al fracaso. Una amiga de su abuela ... [+]
6 de noviembre de 2007
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una historia que, sin tener nada de extraordinario, se sale de lo convencional.
Masao es un niño que vive en Tokyo con su abuela y que no conoce a su madre, la cual está siempre ausente. Cuando llegan las vacaciones de verano, Masao se enfrenta a la perspectiva de un aburrido período estival sin sus actividades habituales y sin sus amigos, que se marchan de veraneo. De modo que tomará una decisión: marcharse para buscar a su madre.
Por su parte, Kikujiro es un hombre extraño. Irritante, borde y despectivo con todo el mundo, que no repara en emplear cualquier medio, por poco lícito que sea, para conseguir lo que se propone. Testarudo, de trato muy difícil y proclive a meterse en algún lío, a ratos se manifiesta sin embargo como alguien sorprendentemente tierno e imaginativo, con un alma infantil y traviesa capaz de idear todo tipo de juegos y divertidas diabluras.
El irascible Kikujiro y el tímido Masao parecen poco indicados para que sus caminos se crucen. Sin embargo, ambos acaban emprendiendo un viaje en busca de la madre de Masao.
Un viaje repleto de situaciones que van desde la ridiculez, la comicidad y la cara dura más chocantes y a menudo simpáticas y divertidas, hasta la ternura y la fantasía más sinceras y emocionantes.
Haciendo de cada escena aparentemente corriente una fuente de pequeñas sorpresas, transformando lo ordinario en algo llamativo a causa de las ocurrencias de Kikujiro, poco a poco la sonrisa se apodera del espectador llegando a la risa en ciertos momentos, y también en ocasiones un nudo aprieta la garganta.
Simplemente, hay que dejarse llevar por la creatividad y sensibilidad de esta película que no pretende ser una maravilla, pero que consigue, con sencillez, dejarnos una suave huella en el alma.
Un hombre y un niño que tienen sus problemas, que no llevan vidas especialmente satisfactorias y que cargan con sus penas y sus frustraciones, descubren a través de la amistad que los días pueden ser mucho más emocionantes. Tal vez los problemas no desaparezcan, tal vez ciertos sueños se perfilen como difíciles de alcanzar, tal vez no puedan librarse de las decepciones, pero si hay algo que ayuda a animar un espíritu triste, es la aventura inesperada mientras se recorre un camino sin importar mucho si se llega al final o no. El final, a fin de cuentas, es lo de menos. Lo que cuenta es el recorrido, lo que se comparte mientras se avanza y las experiencias vividas en común.
Viendo al irritable Kikujiro junto a Masao, descubrimos que dentro del odioso ogro hay un niño agazapado que pide a gritos salir, que sólo desea el contacto con un alma afín para surgir y sentirse realizado.
En su pequeña gran aventura, se van topando con otras gentes, se meterán en pequeños líos y harán curiosas amistades. Y se darán cuenta de que el verano va transcurriendo con rapidez y que no hay lugar para el aburrimiento, pues cada momento, cada revuelta del sendero, trae algo inesperado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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