"Wonder Woman" es una película hecha con mimo. Ya en época de "Batman contra Superman", cinta polémica cuanto poco, se dijo que de lo mejor del film era la caracterización de Gal Gadot como Diana, la princesa amazona. Aquí, Patty Jenkins dispone de todo un metraje para desarrollar a uno de los personajes más ricos del universo DC, especialmente tras la etapa de George Pérez en la colección.

El primer gran acierto de esta precuela es enmarcarse en la I Guerra Mundial en lugar de la Segunda. Época menos trillada, permite explorar otras cuestiones. La inocencia del paraíso de donde es arrancada Diana para buscar el paradero de Ares contrasta con la crueldad del mundo de los humanos. Chris Pine da una aguda réplica como co-protagonista, una amistad-romance discreta y nada pastelosa, con dos intérpretes que tienen química en pantalla.

No se hace pesado el asunto en ningún momento, existiendo siempre alicientes, siendo, probablemente, el mejor producto de DC en el cine durante esta etapa. El casting se permite lujos como tener a una actriz de la talla de Elena Anaya como una de las villanas.

Fiel a la esencia y con la suficiente actualización, Patty Jenkins muestra el camino a seguir para la franquicia.