Vittorio de Sica regala una gran comedia para una de sus musas (no solamente para él, sino para muchas generaciones de espectadores/as), la gran Sofía Loren, uno de los mayores mitos sexuales del séptimo arte, pero aparte de ello, una magnífica actriz cuando estaba bien dirigida por directores capaces de explotar sus virtudes.

Tres historias narradas con estilo y pretenciosidad, encaranando a tres mujeres muy diferentes, con agudas reflexiones sobre las relaciones entre hombres y mujeres, la lucha del deseo carnal con el complejo religioso... En definitiva, una gozada que quizás tengan algún momento más irregular o una historia un poco más floja, pero en global una demostración dentro del género de la comedia romántica.

Destacar ahora y siempre también a Marcello Mastroianni, injustamente olvidado en ocasiones por la crítica en esa época maravillosa. Marcello da elegancia, soltura y dignidad, en ocasiones de payaso serio y en otras de payaso tonto, siempre para lucimiento de su querida Sofía, con quien tiene una química en pantalla de las innegables.

Preguntada por él cuando desapareció, la diva lo tenía claro: "Con Marcello se fue mi juventud". Y, verdaderamente, esa deliciosa juventud y ese encanto de la primera vez, está almacenado en esta cinta inolvidable, otro reflejo de una época donde el cine italiano parecía una fábrica de rosquillas, no costaba ningún trabajo hacer maravillas.