Igual que con otros boom, el innegable boom de popularidad que el inefable Emilio Aragón logró con esta serie, ha ido mostrándose con el tiempo que "Médico de familia" pierde mucha rentabilidad con los revisionados y que hoy, resulta tan innegable su share en el pasado, como lo mal que ha envejecido.

Igual que otros programas como "Famarcía de guardia" (de la que bebe mucho), las desventuras del bonachón de Nacho Martín y su modélica familia, incluyendo ejemplar relación sentimental con su cuñada (caracterizada por Lydia Bosch) tras una viudedad ejemplar, provocan la sensación de que times are changing, que escribía Dylan.

Igual que "Cosas de casa", la serie trasmite una esperanzadora vida de la clase media y un algo irreal y utópico mundo donde todos los problemas se solucionan con flying colours. Conforme avanzaron las temporadas, veteranos incombustibles como Luis Barbero o Gemma Cuervo se veían obligados a quedar relegados en subtramas de bromitas entre miembros de la familia y pastelosas situaciones.

También decir que se superaron crisis tan terribles como la pérdida de Francis Lorenzo, el pariente guay del Paraguay, aunque se sacase para la ocasión un sustituto piloto para ejercer el mismo rol mientras Chechu crecía y también las marcas de su camiseta, y es que los Martín eran muy buena gente, aunque algo pijos y luego había que decidirse entre Ana Duato y Lydia Bosch. Curiosamente también aperció en algún episodio Belén Rueda, quien con "Los Serrano" ya se ahorró años de purgatorio.

En definitiva, tuvo su momento y lugar, en muchos de nuestros hogares estuvo puesta... Pero no deja a nadie sin sueño pensar que se acabó.