Tengo que reconocer que "La cosa más dulce" tiene una premisa inicial que no deja de ser picante y divertida. Hartos de muchas películas de colegas desesperados por mojar (a ser posible universitarios y que el inefable Eugene Levy aparezca en alguna escena), Roger Kumble apuesta por narrar la ya clásica guerra de los sexos a través de la óptica de tres chica muy guapas, independientes y que con unos añitos más podrían ser protagonistas de "Sexo en New York".

Con una Cameron Díaz en su plenitud como protagonista, este dulce se va vulgarizando en cuanto uno empieza a verla, ciertamente, algún momento picante es de agradecer, pero si bien son atinadas las referencias que algunos ven a "Algo pasa con Mary", creo que le falta la gracia de ésta aunque sí comparten la irreverente grosería.

Christina Applegate y Thomas Jane acompañan a Díaz en desventuras y momentos escatológicos y humillantes, aunque por ahí bien podríamos decir que tampoco pasa nada, que mucho cabestro ha rodado escenas similares a la inversa y nadie se ha puesto las manos en la cabeza. Puede ser pasable de ver vista con buena compañía dispuesta reírse sin pedir más al asunto.

Junto con la primera canción dedicada a un pene que se recuerde para la gran pantalla y alguna fantasía erótica graciosa de las protagonistas, "La cosa más dulce" ofrece lo que tiene sin más.