Desgranando el título de mi crítica, por un lado, estamos ante un film, que en si mismo, como ningún otro el espíritu de la mejor novela negra norteamericana plasmado al lenguaje cinematográfico. En esta película está Hammet, Chandler, McDonald, Cain, y en Nicholson están Sam Spade, Lew Archer, Marlow.

La trama, siendo algo alambicada, es comprensible, llena de giros y originalidad, y con unos personajes que que poseen todos ellos un caracter y profundidad propias.

Por otro lado, lo del reclinatorio es porque estamos ante una Obra Maestra, y punto, no se puede contar algo mejor, ni rodarlo mejor, Polanski perpetra una obra cumbre y Goldsmith le pone la guinda, y no añado más, ya que es difícil describir la excelencia, hay que verla.

Insisto, obra maestra sin paliativos.