Es difícil encontrar un film tan veraz y honesto, que narre con tanta sencillez y delicadeza, nuestra sociedad, nuestros miedos, nuestro futuro, la familia,...la vida en general, en una Europa que se desmorona para todos, aunque entre iguales unos lo sufren más que otros.

La vida son dilemas, y aquí los personajes afrontan sus situaciones como mejor pueden o saben, todo es honesto, no hay artificio, la incertidumbre es real, el miedo es así, y la amistad y la solidaridad, es lo que nos queda. Un film que nos muestra nuestro presente y futuro, y que nos enseña vías para superarlo con valores de siempre.

Interpretaciones emocionantes, reales, los actores parecen lo que son, no hacen de, son, y da igual que seas francés o español, su peripecia es universal, y es inevitable identificarse con todos ellos, que ante cada una de sus situaciones, responden como seguramente lo habríamos podido hacer nosotros, o al menos hubiésemos querido hacerlo, porque a veces la comodidad es enemigo de la solidaridad, y nada es claro, todo es ambiguo, y a veces un trauma, un cambio, te sitúa en el cruce de caminos, y no está del todo claro cual recorrer, salvo eso si, el de la amistad, y tu rectitud en el pasado y en preguntarte para que futuro trabajaste, y si puedes hacer coherente tu destino con tu experiencia.