No hay dudas de que Spielberg se encuentra ya entre los más grandes del cine, como tampoco las hay de la diferente ambición de algunos de sus trabajos.
Aquí no nos encontramos ante una de las grandes obras levantadas por el maestro, pero da igual, ya que un Spielberg menor, sigue siendo mucho.
El film plantea una situación quer podría conducir a una ácido drama social, pero que acaba conviertiéndose en una comedia amable, quizás en exceso, y capriana, pero sin llegar a la emoción necesaria
En cualquier caso el film tiene ritmo, no aburre, se ve con agrado, tiene una factura técnica increible, y todo un gozo ver a unos impresionantes Tom Hanks y Stanley Tucci.
Agradable.