Haz click aquí para copiar la URL
Voto de La Taverna del Mastí:
9
Cine negro. Thriller España, a comienzos de los años 80. Dos policías, ideológicamente opuestos, son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur, situado en las marismas del Guadalquivir, para investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. En una comunidad anclada en el pasado, tendrán que enfrentarse no sólo a un cruel asesino, sino también a sus propios fantasmas. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se puede afirmar con total seguridad que este año 2014 está siendo verdaderamente bastante satisfactorio para el cine español, ya que se han estrenado grandes películas; tales como "Carmina y amén", la brillante secuela de la exitosa opera prima de Paco León; la divertida comedia "Ocho apellidos vascos", de Emilio Martínez Lázaro; además de "El Niño", el vertiginoso thriller sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar de Daniel Monzón; sin descuidar el regreso del soez policía Torrente con su "Operación Eurovegas"; entre otras... sin embargo, por encima de todas ellas destaca la película que nos concierne, "La isla mínima", un potente thriller policíaco que, no solo es el mejor estreno del año, sino que se erige como uno de los mejores largometrajes realizados en la historia del cine de nuestro país.

La trama se centra en dos policías que son expedientados, y enviados, a un remoto pueblo de las marismas del Guadalquivir a investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. Tras encontrarlas brutalmente asesinadas, los dos policías de ideologías opuestas, tienen que lidiar con una comunidad anclada en el pasado, y encontrar al despiadado asesino.

Su director Alberto Rodríguez, responsable de la solvente "Grupo 7", demuestra poseer una sobriedad y un talento increíble, sabiendo manejar los tiempos en todo momento... manteniendo el suspense hasta el final, e hilvanando de maravilla una tremenda historia que pone los pelos como escarpias. Destaca también con creces la ambientación cuidada al detalle, en la cual posiblemente más de uno haya encontrado similitudes con la soberbia serie de Nic Pizzolatto y Cary Joji Fukunaga: "True Detective", no obstante, huelga decir que "La isla mínima" ya estaba rodada cuando se emitió la serie. Aunque tal comparación puede que sirva como pretexto halagador de un trabajo bien realizado, ya que como decía anteriormente, la ambientación es magnífica, que te transporta a los primeros años de la transición española, en la cual los habitantes de los pequeños pueblos y aldeas estaban hartos de formar parte de esa "España profunda", de la etiqueta que los tildaba de paletos, y con la necesidad imperiosa de huir a las grandes urbes para tener una oportunidad en la vida; en otras palabras, de progresar, dejar atrás el tedioso pasado. De ello, Alberto Rodríguez, junto con Rafael Cobos, se sirven para darle al villano de la función la motivación perfecta para saciar sus más bajos instintos.

Aparte de la ambientación, hay que reivindicar la excelente fotografía, a cargo de Alex Catalán, con esos planos picados a vista de halcón realmente impresionantes; de igual modo podríamos considerar el notable trabajo de edición de sonido, que al contrario de "Grupo 7", en el cual no se entendía prácticamente nada de los diálogos, en esta ocasión, el sonido es nítido y muy bueno... chapeau!

Las interpretaciones son notables, tanto de Raúl Arévalo como inspector de policía, al igual que Nerea Barros y Antonio de la Torre que dan vida a los padres de las víctimas... pero sobretodo, cabe destacar la soberbia interpretación de Javier Gutiérrez, un actor que está verdaderamente desconocido, realizando una actuación distinta a lo que habitualmente nos suele ofrecer, tanto en serie de televisión como en largometrajes varios... sin lugar a dudas, la mejor que ha ofrecido en su carrera.

En definitiva, "La isla mínima" es una obra maestra absoluta, dirigida brillantemente por Alberto Rodríguez, que realiza un entramado sutil y muy inteligente, y al mismo tiempo, hace un retrato a los primeros años de la transición española... un filme imprescindible que transciende a los anales de nuestro cine patrio como unos de los mejores ejercicios de estilo en su género.
La Taverna del Mastí
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow