Se la recomiendo a aquellos a los que les gusten muchos los documentales
o estén interesados en estos temas. Yo le pongo 2 pegas; la banda sonora, y la narración, que roza la ñoñería. No entiendo como han cometido el error de narrarla desde el punto de vista de los pingüinos, resulta poco científica y objetiva, además de que los están humanizando. Que en una peli de Disney me aparezca un pingüino hablando de una manera romántica de su pareja me parece bien, pero no en un documental del National Geographic!!!. Yo hubiera preferido la típica narración de documental, creo que le podrían haber sacado muchísimo más partido y efectividad.
Por lo demás, las imágenes son increíbles, y realmente te sorprende que puedan vivir en unas condiciones tan extremas.