Donald Petrie se inspira en las clásicas comedias de enredo para dar cuerpo a esta historia de desencuentros. Lamentablemente su inspiración resulta algo insípida y la historia se debate entre el romance más blandengue y el gag cómico con irregular fortuna. Kate Hudson interpreta a Andie, una chica independiente e inteligente (una clara sucesora de los personajes de Doris Day) que trabaja escribiendo en una publicación femenina. Su último proyecto consiste en realizar un artículo sobre los fallos que cometen las féminas y que dan al traste con sus relaciones amorosas. Para comprobar la veracidad del mismo aplica dichos "consejos" con Ben (Matthew McConaughey), quien a su vez trata de demostrar su poder de seducción.

La película trata de ser otra vuelta de tuerca sobre la sempiterna guerra de sexos, pero el resultado es más torpe que otra cosa, en parte por un guión que juega con todos los tópicos posibles, por otro por la falta de chispa de sus actores, incluso los secundarios, los cuales suelen ser los más interesantes en este tipo de producciones. Aunque Hudson y McConaughey tienen cierta química sus personajes son tan tontorrones (sobre todo en el caso de él) e irritantes (ella en particular) que no logran despertar simpatías precisamente. Tampoco ayudan sus interpretaciones, él se dedica a lucir sonrisa y pectorales y ella acaba resultando demasiado repelente, muy alejada de su encantadora Penny Lane de Casi famosos (Almost Famous), para colmo aparece sorprendentemente poco favorecida durante la mayor parte de la película. La suma de todo ello deriva en pueril comedia, tan inofensiva como fácil de ver (y olvidar).