Pionera y precursora en tratar los problemas de la juventud desde su mismo punto de vista, Sensación de vivir se popularizo gracias a su conjunto de belleza, riqueza, poder y grandes problemas, tratando temas tan espinosos como los embarazos no deseados, la violación o el consumo de drogas y alcohol.

El argumento es bien sencillo, Brandon (Jason Priestley) y Brenda (Shannen Doherty) se mudan junto a sus padres de la fría Minnesota al soleado y privilegiado Beverly Hills, allí verán que los problemas de los jóvenes son los mismos, sin importar de donde procedan.

La serie duró la friolera de diez temporadas, pero sólo puedo juzgar las cuatro primeras, las únicas que vi. Y es que tras la marcha de Brenda los alicientes ya eran mínimos. Seguramente por lo estereotipados del resto de personajes, porque teníamos al bondadoso Brandon, al rebelde Dylan (Luke Perry), a la narcisista Kelly (Jennie Garth), al engreído Steve (Ian Ziering), al inocente David (Brian Austin Green), a la virginal Donna (Tori Spelling) o a la empollona Andrea (Gabrielle Carteris). A diferencia de ellos Brenda mostraba un amplio abanico de sentimientos. Aunque claro, también influye el buen hacer de Doherty, cuyas dotes interpretativas están muy por encima de las del resto de sus compañeros de reparto, las cuales son en la mayoría de los casos ciertamente limitadas.

Temporada 1 - Nota 5
Uno de los grandes problemas de la primera temporada es que se centró en demasía en los problemas de Brandon y Brenda. Ya desde el inicio los roles quedan precipitadamente delimitados. Esta es la temporada más moralista.

Temporada 2 - Nota 6
Para esta temporada tuvieron la gran idea de iniciarla con el verano en lugar de con el curso escolar, además aquí la interacción entre los personajes es mucho más completa de lo que fue en la anterior etapa y se hace hincapié en uno de los grandes ejes de la serie, la relación entre Brenda y Dylan.

Temporada 3 - Nota 6
Uno de los arcos argumentales más importantes durante ese año fue el triángulo amoroso entre Brenda, Dylan y Kelly. Si bien también hubo hueco para el humor, por ejemplo cuando Brenda y Donna viajan a París y tienen problemas con el idioma, especialmente cuando piden por error para comer... sesos. La temporada termina con la graduación y el interrogante de cual será el futuro de la pandilla.

Temporada 4 - Nota 6
Contra todo pronóstico (ejem) todos acaban estudiando en la Universidad de California. Los líos amorosos se multiplican en esta temporada y las tramas se vuelven mas culebrónicas, más del estilo de Melrose Place (Spin Off nacido tras el éxito de Sensación de vivir), pero sin llegar nunca a los niveles sicóticos de esta. Uno de los alicientes será el embrollo amoroso que se origina entre Brandon, Kelly, Dylan y Brenda.

A pesar de que vista con el paso del tiempo la serie ha perdido frescura y resulta más inocente de lo recordado, su visionado sigue resultando estimulante, en parte gracias al factor nostalgia.