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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
7
6,5
1.671
Animación. Acción. Ciencia ficción Tras un accidente de moto, Angelino, un bala perdida en medio de Dark Meat City, comienza a experimentar violentos dolores de cabeza y extrañas alucinaciones. Al menos eso es lo que él cree, pues quizá sus imaginaciones tienen algo de verdad: unos hombres de negro le persiguen, y Angelino terminará descubriendo algo terrible sobre su propia esencia. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brillante y vistosa cinta de animación franco-japonesa destinada al público adulto, de múltiples guiños y mensajes.

Básicamente, es la historia de unos inadaptados sociales que viven en una ciudad decadente (según el parecer de muchos, Los Ángeles) que les trata como escoria por ser “diferentes”. Uno de ellos, Angelino, sufre un accidente y empieza a ver cosas extrañas que en un principio cree que son alucinaciones, pero conforme se suceden los acontecimientos se dará cuenta de una terrible verdad.

“Mutafukaz” tiene muchos puntos fuertes que no pasan desapercibidos y la hacen destacar sobre la media, entre ellos su estética barriobajera, destartalada y cochambrosa. Dark Meat City es un lugar en el que a nadie le gustaría vivir, sucio, incómodo y peligroso, donde los tiroteos entre bandas están a la orden del día. Angelino y sus amigos viven una existencia diaria ya de por sí muy amarga para que, además, los persigan unos extraños hombres de negro a tiro limpio por toda la ciudad… excusa ideal para disfrutar de unas escenas de acción de factura impecable, al ritmo de una banda sonora de toques electrónicos que parece hecha a medida.

El filme es frenético y adrenalínico, repleto de persecuciones, peleas y disparos que a más de uno le hará recordar los videojuegos de la serie GTA, de la que bebe en grandes cantidades ya no sólo por la acción, sino también por las características de los personajes y los ambientes por los que se mueven. Diseñados al estilo del cómic, más especialmente a la variante shonen (manga japonés juvenil), los personajes podrían funcionar en cualquier anime más simpático y menos violento, en los que se acepta con naturalidad el hecho de que uno de ellos sea una calavera ardiente, pero el contraste entre su imagen infantilizada y su bien definida psicología, con su condición de parias sociales, es realmente llamativo y adecuado con el contexto alocado de toda la obra.

Otra característica es su riqueza en cuanto a referencias. Todos sus fotogramas destilan guiños a la cultura pop, con referencias claras a películas tales como “Están vivos” (1988) o “La cosa” (1982), ambas de Carpenter, entre otras. De esta manera, “Mutafukaz” es de esas cintas que merece la pena verla más de una vez, porque siempre consigues descubrir cosas que se habían pasado por alto en el visionado anterior.

Nishimi y Renard también se permiten meter, en medio de la barbarie de violencia y sangre, mensajes de denuncia social que no dejan de criticar la dejadez de las grandes ciudades respecto al bienestar de los ciudadanos de los barrios bajos, marginándoles y obligándoles a soportar las actitudes racistas y discriminatorias de otros ciudadanos que han tenido más suerte dentro de la misma ciudad. Por si no fuera suficiente denuncia, también hay mensaje ecologista de por medio, con pinceladas al problema del cambio climático.

En resumidas cuentas, estamos ante una de las mejores cintas de animación de los últimos años, con personalidad propia. Muy recomendable.
Richy
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