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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Romance Cuando derriban su nave espacial en Wisconsin, un ser del espacio exterior, Starman (Jeff Bridges), llega a la remota cabaña de una joven viuda, Jenny Hayden (Karen Allen), y allí toma la apariencia de su difunto marido. El extraterrestre convence a Jenny para que le lleve a Arizona, ya que si no llega a su nave nodriza antes de tres días, morirá. Al mismo tiempo, los agentes del gobierno quieren capturar al hombre de las estrellas, vivo o muerto. (FILMAFFINITY) [+]
2 de julio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos años después de su obra maestra, “La cosa” (1982), el irregular John Carpenter quiso participar en la moda impuesta por Spielberg (este nombre siempre está metido en todos los fregaos) con “E.T.” (1982) sobre extraterrestres de buenas intenciones que nos visitan. Así nació “Starman”, un entretenido y sencillo relato con el encanto del cine familiar de los ochenta.

Un alienígena (Jeff Bridges) decide, como tantos otros, hacer una visita a nuestro planeta pero, como a los humanos nos gusta disparar a cualquier cosa que desconocemos, derriban su OVNI y cae cerca de una solitaria casa de campo de Wisconsin en la que vive Jenny Hayden (Karen Allen). El extraterrestre toma prestada la forma del esposo de la mujer, ya fallecido, por lo que la sorpresa de ella es mayúscula. De una forma o de otra, la convencerá para que lo lleve al Cráter del Meteorito, en Arizona, donde lo recogerán los suyos en pocos días antes de que muera. Pero el camino no estará expedito, ya que los inevitables agentes gubernamentales van detrás de nuestro “hombre de las estrellas”.

El filme está planteado como una “road movie” que no pasa de correcta con elementos de romance, ciencia-ficción y thriller. El alienígena intenta comunicarse mediante imitación de lo que ve y lo que oye, pero logra de alguna forma entender los sentimientos humanos gracias a Jenny, la cual se enamora predeciblemente de él (si se parece a su marido, dice cosas que decía su marido y se supone que quería mucho a su marido, pues blanco y en botella). Jeff Bridges realiza una interpretación tan absurda y surrealista que se parece notablemente a un extraterrestre, pero evita caer en el ridículo fácil y desarrolla muy correctamente un papel difícil. Karen Allen le da la fuerza y la energía necesaria al filme para que no caiga en el terreno de la ñoñería y la estupidez, formando así con Bridges una pareja con la suficiente química como para que sea creíble una relación humano-humanoide.

“Starman” forma parte, como tantísimos títulos de los ochenta, de gratos recuerdos frente al televisor. Sabe a alquiler de VHS los sábados, a familia, a imaginación, a sensaciones… es cine con nostalgia y, como tal, envejece cada vez más deprisa, y muchas de estas cintas puede que mueran poco a poco por cada generación de espectadores que pase, ya que no sabrán disfrutarla de la misma forma que los que crecimos en esa época.

Recomendable.
Richy
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