The Blacklist (Serie de TV)

CRÍTICA A LAS TEMPORADAS 1-5:
El principal problema de planteamiento de The Blacklist es el mismo que padecen otras series largas del género policiaco como CSI, Castle y Mentes Criminales: pese a ligeras variaciones, siempre suele repetirse la misma estructura episodio tras episodio. Es por tanto evidente que los episodios son desiguales en cuanto a su calidad. Dicho eso, la premisa inicial (el genio criminal Raymond Reddington se entrega de repente y sin explicación para trabajar con el FBI y en concreto con Elizabeth Keen) es más que curiosa y, siendo el eje narrativo fundamental de la serie, permite que se puedan abordar casos y otros misterios que son ligeramente diferentes unos de otros, lo cual es refrescante para el espectador. Hay un poco de todo en cuanto a la calidad, y hay que evaluar la serie por lo que es. La intención no es producir una obra de arte de la historia mundial, se trata de entretenimiento puro y duro, y hay que decir que en general cumple ese objetivo muy bien. En general, suelen predominar los episodios interesantes, bien concebidos y convincentes, en gran parte gracias a que la serie cuenta con dos o tres tramas que transcurren a lo largo de distintos capítulos, lo cual mantiene enganchado al espectador y nos da un respiro. La trama suele funcionar por la vía tradicional de plantar preguntas y preguntas en la mente del espectador, respondiéndolas de forma muy paulatina y dosificada. Aunque algunas de las resoluciones de esas tramas son predecibles, están bien llevadas por el equipo de guionistas y otras de esas tramas tienen giros de guión genuinamente sorprendentes que mantienen muy bien la intriga. Las escenas de acción están bastante bien realizadas. A veces las tramas secundarias logran eclipsar el desarrollo individual y rutinario de cada episodio, lo cual es bueno. La serie mejora sustancialmente según se concluye su segunda temporada y comienza una notable tercera temporada de forma estimulante, innovadora, sorprendente y absolutamente satisfactoria. Según avanzan los desarrollos de las tramas, podemos ver que los personajes están cada vez mejor trabajados. Aunque hay algunos hilos conductores que no quedan claros (por lo menos todavía) ninguno de los personajes se queda totalmente estancado. Los realizadores intentan mediante giros de guión en su mayoría hábiles aportar vigor a la serie. Esto ayuda a que los episodios tengan un buen sentido del ritmo y no suelan hacerse especialmente largos. Solo he visto hasta la temporada 5 (inclusive), que, al igual que la 4, continúa introduciendo ideas interesantes.
Pero claramente el mayor triunfo del show a nivel creativo es el personaje de Raymond Reddington, un auténtico robador de escenas y a quien el espectador siempre está satisfecho de ver. James Spader lo interpreta de manera muy convincente. Se trata de una actuación con estilo, que muestra el lado más oscuro, retorcido y misterioso del personaje al mismo tiempo que su sentido del humor y su inteligencia. El personaje destaca claramente sobre todos los demás, algunos de los cuales se vuelven de relleno y quedan planos. Asimismo, Megan Boone me parece que realiza un buen trabajo como la agente Elizabeth Keen, aunque en ocasiones su personaje puede llegar a ser algo incoherente e inconsistente. Es notable también la interpretación de Ryan Eggold como Tom, que muestra su capacidad para adaptarse a la evolución de su personaje y a su situación en cada momento de su trayectoria.
En definitiva, aunque no es fácil producir un argumento a favor de The Blacklist como un gran logro de la cultura cinematográfica, la serie resulta sin ninguna duda entretenida, fácil de ver y amena. Y eso es lo que se pide. The Blacklist cumple con su función de forma bastante satisfactoria y respeta las premisas de lo que el espectador espera, por eso se trata de una serie totalmente recomendable para los que busquen series del género policiaco para pasar un buen rato y disfrutar de un entretenimiento que emplea guiones bastante bien construidos, secuencias de acción y suspense y un personaje central atractivo y que resulta sádicamente carismático. Y por ello The Blacklist se alza por encima de la competencia de series policiacas que saturan nuestras pantallas.

Nota: 6.9 / 10

Sé que esta crítica es bastante injusta por mi parte pero para paliar la injusticia le pongo un 5 y ni pa´ti ni pa´mi pero lo que he visto del primer capítulo me ha parecido insoportable. Y digo lo que he visto porque voy a basar mi crítica en apenas 20 minutos del primer capítulo. Y qué es lo que hay en esos 20 minutos, lo de siempre, elementos más vistos que el tbo, una premisa a lo "El silencio de los corderos" que pffff, un villano que me da pereza y una prota que me da más pereza aún (pero siendo esto algo subjetivo quizás no debería incluirlo en la crítica a la serie). Lo que si incluyo es lo demás, una trama que pretende ser ligera pero que incurre en sinsentidos una y otra vez (y en tan solo 20 minutos), conversaciones que son clichés de clichés.
No sé qué depara la serie más allá de los 20 minutos iniciales pero, por desgracia o por fortuna, nunca lo sabré.

No deberia ser, pero que acabes deseando que no pillen al criminal y que no lo pongan en prisión es conseguir mucha empatia con él. Yo me siento así, capítulo tras capítulo compruebo que bien me cae Reddington aunque sea un hijo de su madre. Para mí de las mejores series, con ritmo, imaginativa y muy buen llevada. Por suerte nos viene una nueva temporada (7a) aunque no tengo muy claro si seguirá, me pondré el brazalete negro el día que la quiten.

Es cierto, solo he visto un episodio, el piloto, atrae la participación de James Spader, a quien considero buen actor, una bella protagonista. No obstante la trama aun no me convence, creo que le falta mas suspenso, en fin veremos como continua.