Critters

En esta fiesta del cine de ciencia ficción de los años ochenta se ha colado "Critters", a la que podría considerarse la hermana pobre de títulos como "ET" (1982) o "Gremlis" (1984). Por supuesto, no tiene el impacto ni la taquilla de la primera, ni la calidad y ternura de la segunda, pero con todo, salva los muebles, aunque por los pelos. O habría que decir por las púas. El caso es que recoge todos los tópicos del género y la época, tanto que productos modernos como "Stranger Things" (2016-) lo que hacen es, más o menos, copiar también lo que vemos aquí. No en vano, en las dos el guaperas se llama Steve (Billy Zane y Joe Keery). ¿Es casualidad? No lo creo.

No voy a ocultar los defectos de "Critters". En general es inverosímil, tarda mucho en arrancar, le falta carisma en sus personajes, su planteamiento, desarrollo y resolución son demasiado elementales, etc, Parece que la película se toma demasiado en serio a sí misma, pero resulta que como monstruos estos bichos son ridículos. Ahora bien, como siempre en este tipo de productos, no deja de ser entretenido. Tiene ese toque ochentero, fresco, absurdo y desinhibido del que podemos esperar cualquier ida loca de cabeza. Es más, a veces es simpática, como cuando surgen estos critters, que son al mismo tiempo horribles y monos, cosa que tiene mérito.

Cuando una película se piensa, se dirige y se plantea en función de la genialidad y originalidad de otra película (En este caso "Gremlins" de Joe Dante) nunca da buen resultado. Es un descarado trabajo por imitar la repercusión de "Gremlins". Por mucho que se intente disfrazar con seres extraterrestres y demás el descaro de plagio barato está servido. Ahora, si esto os da igual pues entonces entretiene.

Es mala, cutre y poco original. Quiere dar miedo y no lo consigue. Los critters son cutres. Los efectos especiales del comienzo del filme son malos. Los cazarecompensan actúan mal, pero son graciosos. La banda sonora es mala. La calidad de critters es poca.