Gomorra (Serie de TV)

Debo empezar estas lineas diciendo que, de momento, sólo he visto los cuatro primeros capítulos ofrecidos por la correspodiente cadena pero me han bastado para quedar sorprendido y enganchado a esta historia. No voy a entrar en consideraciones sobre si se hacen mejores producciones aquí, allí o donde sea. Lo que hay que alabar de esta es la valentia y la sapiencia que demuestran sus creadores al ofrecer una visión tan descarnada de lo que Saviano nos explicó.
Sollima nos lo muestra con una dirección firme, seca, sin florituras, donde los personajes están perfectamente delineados y lo que es mejor, son totalmente creibles, reconoces a cada uno de ellos en la calle entre gente que has visto o conocido... fascinante.
El entorno elegido, como es obvio, se corresponde a la veracidad de la historia, calles sucias, barrios degradados con todo el paisanaje que ello conlleva y que convierte algunos momentos del capítulo en casi un documental.
En fin, que espero impaciente las próximas entregas (no suelo bajarme series) y que la recomiendo fervientemente a todos los que quieran disfrutar de una joya de la televisión. (aunque vistas las críticas de esta misma sección y de allí donde se ha emitido, no creo ni que haga falta...)

La verdad es que para ser una serie hecha en Europa es muy pero que muy digna de compararse con las series americanas que gozan de presupuestos mucho mayores.
Cuenta el mundo de la camorra desde dentro centrándose únicamente en los negocios que tienen, fundamentalmente el narcotráfico y las luchas de poder entre los distintos clanes, basándose en hechos que ocurrieron de verdad hace unos años.
Hecho de menos un poco más de profundidad en los personajes, para, aunque sean unos criminales, empatizar más con ellos, como sucede en otras series como Los Soprano o Breaking Bad.
le doy un 7 por esa razón.

Lo mejor: La ambientación sin duda, los exteriores y la actuación de los protagonistas.
Lo peor: Hay capítulos que ocurre todo demasiado rápido y entran y salen personajes de la serie sin que te des apenas cuenta de que hacían allí.

En definitiva, si te va el género mafioso es totalmente recomendable.

Una serie que no deja indiferente. Una realidad muy cruda plasmada de manera excelente, cuyos personajes describen oscuras facetas que van más allá del bien y el mal. Donde el asesinato y la traición es una manera natural de entender el sistema criminal montado sin entrar en juicios morales.
El fallo destacable de este serie, es el rol inexistente que juega la policía y los aparatos estatales (justicia, hacienda, servicios secretos, etc). Mas propio de un estado fallido latinoamericano que de una potencia europea.

Opino que esta serie solo tiene un fallo muy gordo: su primer capítulo. Pienso que el comienzo de la serie es engañoso, pues da la impresión de que te vas a encontrar una historia llena de tópicos, tiros y poco más. Error, al segundo capítulo la cosa cambia de tercio. Sin duda, una historia de serie negra en estado puro no funcionaría sin tiros ni ciertos tópicos que sujetan el género, pero te encontrarás unos maravillosos personajes que van a evolucionar y dar sorpresas, secundarios fantásticos y una trama trepidante con recobecos argumentales y giros muy interesantes. Acabé la primera temporada y voy por la mitad de la segunda, el nivel no baja, al contrario cada vez me gusta más.
No te lo pienses, si buscas serie negra en su versión mafia, esta en tu serie, la vas a disfrutar.

A capítulo por día, disfrutándola, y ya la estoy echando de menos, esto es Gomorra, y es ya una de las mejores series que he visto en mi vida.
Es oscura, tiene una tensión que te hace sudar en el sofá y tiene un reparto y un elenco de actores y actrices sublime, hasta secundarios y de relleno merecen la pena.
Está rodada con una calidad antologíca, me encanta su música italiana y su piano de final de cada capítulo, y cuanto se nota que no es americanada...
La mafia y el negocio de la droga al desnudo en esta, ya para mi, histórica serie.
Por ponerle un pero quizás a veces se vuelve algo fantasiosa porque pasan cosas de no creer mucho, pero nada destacable.
Una auténtica joya.
Gracias Roberto Saviano.