Susurros del corazón

Muchas veces los directores "indepes" de Ghibli intentan seguir los pasos de Takahata y Miyazaki para demostrarle a sus maestros que pueden enfrentarse al reto de lanzar una buena película al público. Para Yoshifumi Kondo, que participó como director de animación en 'Recuerdos del ayer' y 'Kiki aprendiz de bruja', no tuvo que ser nada fácil poner en movimiento un guion del propio Miyazaki, con la responsabilidad que conlleva hacer justicia a los films del maestro.

'Susurros del corazón' es una película interesante para el público adolescente, a quien va dirigida, y puede que enganche a algún que otro adulto. Una trama lenta, que peca de ser excesivamente plana hasta la mitad del film, un desarrollo demasiado empalagoso donde todo sucede con optimismo y la falta de un conflicto externo que amenace la seguridad de los protagonistas son las causas por las que este admirable esfuerzo de Yoshifumi por dirigir algo que merezca la pena se queda en terreno de nadie.

La niña está de vacaciones. Perfecto. Quiere leer muchos libros. Perfecto. Su hermana es un pelín gilipollas, te lo acepto. ¿Y qué? La trama se desarrolla con tanta tranquilidad y parsimonia que más de una vez me he sentido tentado de apagar y cambiar a otra cosa. Solo a la mitad de la película, cuando la chica entra en la tienda del abuelo puedo ver la magia de Ghibli, la fantasía, las ganas de extasiar al público con imágenes ricas en colores... Pero esa misma magia se difumina en el final, que rápido y apresurado, nos demuestra que al director se le acababan los minutos del metraje y tenía que darle una solución para salir del paso.

No todo va a ser negativo, ni mucho menos. El diseño de las escenas es precioso, y la representación de la ciudad japonesa es magnífica. Paisajes muy cuidados, pequeños objetos como la piedra preciosa o los violines, dotados de gran belleza. Además, tenemos un conflicto interno muy interesante, donde la chica nos demuestra que puede hacer grandes sacrificios por amor. Para un adolescente, puede que esta visión sea algo difícil de entender, pero un adulto mira estas escenas y no puede evitar ese susurro en el corazón que le invita a recordar su infancia con melancolía.

Con sus pros y sus contras, no puedo poner más que un 6 a la película. Puede que sea demasiado quisquilloso y mida todas las películas del estudio con la misma vara con la que juzgo a Miyazaki y Takahata, pero no puedo evitar sentirme decepcionado cuando pienso en cómo los primeros 30 minutos del film me hicieron poner los ojos en blanco. Me da la sensación de haber visto los susurros del corazón sí, pero de uno bello por fuera y descosido por dentro; de uno que finge ser y no llega a ser. De una aspiración a convertirse en alguien pero de no lograrlo y dejar a mucha gente con la miel en los labios.

Un filme sobre el descubrimiento y el primer amor, de algún modo ideal para ver en la adolescencia o con adolescentes y reflexionar sobre esas dudas y temores. Sobre si escuchar el corazón o seguir el sistema en forma de envase sin sentir nada. No es poca cosa, esa incógnita de fondo sobre que hacer o no hacer al terminar la secundaria es un debate muy fuerte para un o una joven de 18 años. Y creo que el filme me trasmite muy bien esa voz, esa sinceridad y esa calma de fondo que no tenemos ya porque el mundo está tan lleno ruido, Siempre que veo películas del Studio Ghibli desearía con el corazón que ese mundo existiera y poder estar ahí. El nombre del filme lo dice todo, el corazón susurra, ¿Será que nosotros escuhamos?, el guion es escrito por Miyazaki y tiene esa gracia sumado a la sutileza de tocar temas tan profundos sin crear ningún juicio y de una manera muy humana. El nivel de todo lo técnico está soberbio, desde el acabado de los paisajes hasta el desarrollo correcto de los personajes, y es cierto tal vez no es una de las grandísimas películas del Studio Ghibli pero como todas es imprescindible. La analogía de la piedra y la joya es bellísima y el uso de la literatura y música para reforzar su eje central es soberbio y ejemplar.

He visto... Susurros Del Corazón (Netflix)...
https://www.filmaffinity.com/es/film920920.html

Un 6. Y se llevaría algo más si no me hubiese resultado tan infantil al principio, y en el detalle final. Eso sí, aunque no me ha parecido mágica, ni me ha tenido absorto, sí he disfrutado de su estética y de la bondad de sus personajes.

He disfrutado tranquilamente de su visionado, con el prejuicio de que me iba a quedar feliz y relajado, como me pasa con tantas películas de Estudios Ghibli. Pero tengo que decir que, en este perfil de historia, de un amor juvenil, me gustaron más películas como Your Name, o El Tiempo Contigo, de Makoto Shinkai.

Creo que este tipo de películas se recomiendan solas. A no ser que no conozcas Estudios Ghibli o este tipo de anime.

Aunque el no dirija.

Tristeza, tempo tranquilo, extraña sensación general de paz, reflexiones vitales con las que quedarse, belleza animada, ligereza, imaginación...

Bonita.

Bonito título, el de "Susurros del corazón", para una película de dibujos animados japonesa basado en el manga de Aoi Hiiragi, que es esencialmente bonita, valga la redundancia. Pero cuando digo lo de bonita no me refiero expresamente al dibujo, que aunque está bien hecho, como se puede apreciar en los fondos o en el uso del color, no nos ofrece personajes humanos atractivos, en lo físico. De hecho en casa nos preguntábamos si la protagonista o su amigo se suponía que eran guapos o no. Yo es que espero otras caras y no este trazo realista, similar al de dibujos antiguos como el de "Ana de las tejas verdes" (1979).

No, me refiero a esa dulzura que desprende, a esa bellísima tienda de antigüedades, a esa historia del barón o a algunos momentos conseguidos como la persecución del gato o la canción improvisada, que efectivamente es cantada en el original inglés por Olivia Newton John, como en un primer momento me pareció. Por este motivo "Susurros del corazón" te deja una buena sensación, incluso tiene posibilidades para algo más, pero a la postre no acaba de despegar, entre otros motivos, porque su historia es muy débil y porque carece de cualquier tipo de drama o conflicto. De hecho, hay trozos en que te se hace algo pesadilla.

A mí de todas maneras no me ha desagradado, a pesar de pertenecer a los estudio Ghibli, que aborrezco. Ahora bien, es curioso como al empezar, a los pocos minutos, sospeché que esta película no era de Hayao Miyazaki. Las pruebas se iban acumulando: Shizuku iba a comprar, tenía amigas y hasta se permitía comportarse de una forma infantil, es decir, femenina, como queda patente en la escena en la que pide a Seiji que toque el violín. El caso es que no encajaba en el molde feminista de Miyazaki y de hecho la propuesta de Yoshifumi Kondo es lo bastante tradicional y conservadora como para ser una rareza en Ghibli.