Haz click aquí para copiar la URL

Un hombre para la eternidad

Drama Para divorciarse de su esposa Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos y tía del emperador Carlos V) y contraer matrimonio con Ana Bolena, Enrique VIII (1509-1547) trata de obtener el apoyo de la aristocracia y del clero. Sir Thomas Moro, uno de los más notables humanistas europeos ("Utopía", 1516), ferviente católico y hombre de confianza del monarca, se encuentra en una encrucijada: ¿debe actuar de acuerdo con su conciencia, ... [+]
<< 1 5 6 7 8 10 >>
Críticas 50
Críticas ordenadas por utilidad
28 de enero de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En estos días he vuelto a ver este clásico del Cine histórico ganador de seis premios de la Academia (sobre ocho nominaciones), entre ellos los de mejor película, mejor director (Fred Zinneman) y mejor actor (Paul Scofield), lo cual para ser una película no estadounidense no es moco de pavo. Aunque para mi gusto, más importantes que esos premios son los de “Mejor Película” de la Oficina Católica de Cinematografía y el premio al “Tratamiento Religoso” del Consejo de las Iglesias Protestantes. Como os podéis imaginar, que dos instituciones tan antagónicas coincidan en reconocer la fiabilidad histórica y el tratamiento preciso y objetivo de los personajes, supone que estamos ante un acercamiento bastante certero y consensuado a las figuras de Enrique VIII y Tomás Moro. Más aún si tenemos en cuenta que la película está realizada por el mismo país que condenó a muerte a Tomás Moro (1478-1535) y que siglos después realizó esta revisión cinematográfica de la injusta condena.

El título (inglés) está sacado de unas palabras de Robert Whittington, quien en vida de Tomas Moro (1520) dijo de él: “Moro es un hombre que posee el ingenio de un ángel y una erudición singular; tan pronto maravillosamente alegre y entretenido como solemne, según lo requieran las circunstancias, dijéramos, un hombre para toda ocasión”. En la traducción española este matiz de su personalidad se pierde resaltando más bien su inmortalidad como personaje que pasó a la Historia. Centrándonos en la película, de ella dijo Fred Zinneman en sus memorias que fue la más sencilla de dirigir de toda su carrera, debido a la talla de todo el reparto, entre los que destacan, además del ganador del Oscar Paul Scofield (Tomás Moro), Orson Welles (Cardenal Wolsey) Robert Shaw (Enrique VIII) y Vanessa Redgrave (Ana Bolena).

La película narra los últimos siete años de la vida de Tomás Moro, hombre de Estado, filósofo, abogado, escritor y pensador de la corte de Enrique VIII. En esos años, pasa de ser Lord Canciller de Inglaterra a ser decapitado por no reconocer la validez del matrimonio del monarca con Ana Bolena. Los valores del juramento, de la integridad y de la honestidad se sitúan en la cúspide de un personaje que brilla en una época de corrupción, falsedad y ansias de poder. Obedecer a la conciencia y a Dios (y no a los reyes de este mundo) supone para Tomás Moro un cambio radical en su vida, el desprecio de todos, la marginación, la persecución a él y a toda su familia, la cárcel y, finalmente, la muerte. Un hombre sin miedo que será capaz de poner en entredicho a un rey sin conciencia.

La forma de vivir -y de morir- de Tomás Moro le valdrían su canonización por Pio XI en 1935, y aún hoy suponen un ejemplo de integridad moral al alcance de unos pocos elegidos. Sus frases finales no dejan lugar a la duda: "No hago ningún daño, no digo nada dañino, no creo en nada que dañe. Y si esto no es suficiente para mantener vivo a un hombre, de buena fe anhelo no vivir". Enfrentarse a un rey que sólo quería tener a su lado a personas que decían sí a todo (Cromwell y Norfolk quedan perfectamente retratados) le concede una altura ética difícil de ver en aquellos -y en estos- tiempos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de marzo de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película de Fred Zinnemman. Sin duda en mi top 3 de sus películas. Es una película redonda: los personajes están muy bien desarrollados, las interpretaciones buenísimas, la fotografía extraordinaria y el guión lo mejor. Además, es perfecta para aprender historia y valores.
Zinnemman siempre tiene protagonistas íntegros y que están cargados de valores. Aquí Tomás Moro también lo demuestra de principio a final. Una lección de vida
Sigym1
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de septiembre de 2010
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo dice el título, esta película, para mí, es difícil de calificar ; en ocasiones me parece muy buena y en otras me parece un coñazo de película.

El rey Enrique me parece un bonachón y un pueblerino, la esposa de Tomás, Alice, una borde, Cromwell un gordo asqueroso, y Ana Bolena es una mujer encantadora...
Exceptuando el papelón de Paul Scofield como el mal logrado Tomás Moro, me parece que sobra mucho.

Si lo que quieren es ver la historia de Tomás Moro, ved la joya de serie que son "Los Tudor"

MORALEJA: defiende tus ideas...hasta la muerte
Sofía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de agosto de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo más curioso de todo; pese a lo excesivamente buena que es la película con el personaje de Thomas More porque lo coloca como un hombre intachable e incapaz de romper con su moralidad, cuando sabemos que no fue tan así; es ese "culebrón" que se genera entre la realeza, la aristocracia y el clero. Un rey que se quiere divorciar y que para ello necesita crear una nueva Iglesia para poder desafiliarse de la Iglesia Romana y por consiguiente del Papa, y se coloca como máximo pontífice de esa nueva Iglesia para poder casarse con su amante. A todo esto, More es un hombre que se opone desde su postura humanista, más moderna que la del resto; pero al mismo tiempo no es que los otros personajes sean estúpidos o retrógradas, es que no les conviene ser como More, no sólo porque corren el riesgo de ser condenados, sino porque defienden su posición económica y de poder siendo amigos del rey.

Y ahí radica lo más interesante que tiene este tipo del film. Porque ver hacia el siglo XVI es ver hacia un pasado que no tenemos forma de conocer más que por libros o descubrimientos de un historiador. Pero palpar esta química de las relaciones humanas y de pareja, y esa forma de solucionar estos "problemas" de la realeza, es lo divertido que se entreteje. Es por eso que series como "Los Tudor" (2007) ganan muchísimo porque poseen una visión mucho más perversa -si cabe todavía- de esta época.

La Dinastía Tudor por si sola tiene todo ese divertimento casi de culebrón venezolano: me caso, me divorcio, la amante, la espía, los herederos, etc. Y el personaje de More es el que desentona, es un héroe sin nombre, sin máscara y sin cabeza, que al final no logra nada.

Después, lo otro interesante del film -y con esto termino- es cómo elige recrear la época. Usando el rojo, el único color que sobresale, para representar al clero, algo que, creo yo, le atribuye cierto grado de culpabilidad, como si fueran más amigos del Diablo que de Dios. Y por otro lado el rol de la mujer, que se reduce a esa escena en que la señora que le regala la copa de plata a More -como soborno- entra a hablar con Thomas Cromwell y éste último la calla; la mujer es eso en la película: un cero a la izquierda, y eso tiene mucho que ver con el Renacimiento; véase que Catalina de Aragón no aparece representada en la cinta, y Vanessa Redgrave, que interpreta a Ana Bolena, aparece sólo en la escena del casamiento.
Ketty Analfer D
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de enero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película de Fred Zinneman sobre la figura de Thomas More y su enfrentamiento con su antaño amigo y pupilo Henry VIII, que a la postre supondría su ruina.
La producción es excelente, Paul Scofield está absolutamente soberbio, el resto de actores lo acompañan maravillosamente (atención a Robert Shaw en la piel de un aborrecible rey Henry) y el guión rebosa madurez y elegancia, pero es cierto que el ritmo y el interés son muy irregulares y en ocasiones se hace pesada.

Lo mejor: Los actores y el nivel de la producción, clásico de las películas británicas
Lo peor: El ritmo es a ratos bastante lento y pesado
Sibila de Delfos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 5 6 7 8 10 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow