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La piel fría

Fantástico. Terror En una isla perdida en medio del océano, dos hombres se defienden, noche tras noche, resguardados en un faro, del asedio de unas extrañas criaturas marinas. Sometidos a la extrema tensión, sin entender las razones del ataque, tendrán que replantearse cómo enfrentarse a lo desconocido. Adaptación de la exitosa obra de Albert Sánchez Piñol. (FILMAFFINITY)
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Críticas 54
Críticas ordenadas por utilidad
24 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación homónima de la novela de Albert Sanchez Piñol que mezcla fantasía y terror, dirigida por el director que nos trajo la correcta The Crucifixion (2017), y protagonizada por David Oakes (Truth or Dare, 2012) y Ray Stevenson (Thor, 2011).

En una isla perdida en medio del océano, dos hombres se defienden, noche tras noche, resguardados en un faro, del asedio de unas extrañas criaturas marinas. Sometidos a la extrema tensión, sin entender las razones del ataque, tendrán que replantearse cómo enfrentarse a lo desconocido.

La película nos cuenta una historia mayormente fantástica con algunos elementos de terror, que suma enteros gracias a sus excelentes localizaciones y unas buenas interpretaciones de sus tres protagonistas indiscutibles, ya que aunque aparecen más personajes, lo hacen de una forma anecdótica. La película, aunque entretenida, pierde mucho interés en su segundo acto donde la trama no avanza tras descubrirse el giro de esta parte de la cinta, y aunque nos regale algunos momentos interesantes, no es hasta su parte final cuando La Piel Fría remonta en gran parte, dejándonos una analogía muy cierta, y una película curiosa de ver con sus altibajos incluidos.

Esta coproducción entre España y Francia es una correcta adaptación, además de contener la siempre agradecida combinación de una historia fantástica con elementos terrorificos que se compaginan muy bien.

Nota personal 6/10
ElChicoDeLosHorrores
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5 de octubre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La piel fría" me ha resultado un survival super lovecraftiano, lo que a la postre le ha valido para esconder a mis ojos sus no pocos defectos.
Xavier Gens dirige esta coproducción hispano-francesa que adapta una novela de 2002 de Albert Sánchez Piñol, autor que ya le ha dado al devoto del fantástico alguna que otra alegría, me estoy acordando por ejemplo de "El bosque" (Óscar Aibar, 2012). Un film, este "La piel fría" que ahora nos ocupa, bastante bienintencionado, muy bien empacado visualmente y con su dosis de mensaje, pero en el que el resultado final, por un motivo o por otro, se me ha quedado a medio gas.
A nivel guion, por ejemplo, el texto de "La piel fría" me ha generado muchas dudas. Hay muchos hilos sueltos, muchas preguntas sin respuesta que no me parecen ni mucho menos premeditadas. Por no mencionar lo vago que resulta todo en ese aspecto. No sé como será la novela original, pero el guion de su adaptación creo que se podría y se debería haber trabajado más. Si es que al final la tesis a defender está mucho más clara que lo que comúnmente llamaríamos la primera capa del film, y eso es inadmisible.
En fin, sensaciones encontradas con "La piel fría", aunque temo que al final me quedaré con lo bueno.
Isaac Paskual
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22 de octubre de 2017
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 2002, Albert Sánchez Piñol facturaba una novela de fantástica, descomunal y potente como La piel fría. Dos oficiales atmosféricos, entre ellos el hipnotizante Batis Caffó, y una bestia del mar, se aferraban a un faro como defensa frente a los monstruos marinos -carasapos- que acechaban cada noche el edificio perdido en medio de una isla del Ártico. El libro de Piñol, una obra de aventuras emocionante sobre todo, tenía un componente filosófico casi tan absorbente como la propia supervivencia de los protagonistas. El miedo a lo desconocido, el choque de dos mundos o no saber quién es más monstruoso, si lo que surge del mar o los propios humanos.

Peleas infernales contra los carasapos; conflictos que surgen entre los tres por ese choque de dos mundos que no se entienden; la soledad; o las brutales escenas de acción que salpican la pantalla ganan la batalla a la esencia de la novela. Algo similar a lo que sucedía en la adaptación al cine de 'Soy Leyenda' frente a la novela de Richard Matheson. En ambos casos, premia más el espectáculo que la reflexión.

La imagen, pues, gana a la palabra. Es una elección tan válida como otra. Pero para quien ha leído la obra de Piñol, y encima la tiene como de culto, se queda corta la adaptación. Aún así, por su fidelidad en la historia al noventa por ciento, y porque esa labor fotográfica es perfecta, cumple y logra su propósito: entretener. Ya que la imagen prevalece sobre lo demás, al menos hay que destacar que ese ejercicio visual es sobresaliente.

Es ahí donde hay que volver a homenajear, y espero jamás deje de rendirse tributo, a una figura tan clave del cine español como Gil Parrondo, quien colaboró en la dirección artística de La piel fría. Parrondo, ganador de dos Oscar por Patton y Nicolás y Alejandra, ha sido uno de los mejores en lo que hacía. Perfeccionista y meticuloso en cada detalle, era capaz de hacerte viajar sin pestañear gracias a su trabajo. Una obra admirada en todos los rincones del mundo y que en La piel fría vuelve a brillar merced, claro está, a la técnica de Daniel Aranyo. Digno sucesor , aquí sí, del maestro Parrondo.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine
Argoderse
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22 de octubre de 2017
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena factura, historia interesante, pero queda inconclusa en muchos aspectos de la historia, deja el final demasiadas cosas a la imaginación del espectador.
Volandero
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25 de octubre de 2017
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La aventura consiste en desplazar los problemas del hombre urbano/industrializado a territorios exóticos, alejados de la civilización; añoranza de paraísos perdidos, nostalgia de lugares que nunca existieron, míticos, en los que, ¿afortunadamente?, nunca estuvimos, a lo sumo de niños; reflejo bello de la fractura del hombre moderno, anhelo de naturaleza, recuerdo de un sueño. Un lugar sin límites ni fronteras, donde la imaginación está libre de ataduras y el inconsciente rompe las cadenas. Conceptos abstractos como el bien, el mal, la pura supervivencia, la violencia y hasta el amor romántico se convierten en esas zonas milagrosas en asuntos concretos, trasuntos vulgares, el pan nuestro de cada día. La épica vuelve, el hombre se prueba a sí mismo y descubre su verdadero ser, la catadura de su alma, el tamaño de su ambición y el color de su miedo.
¿Cómo no nos va a gustar una película venturosa? Imposible. Como si Stevenson todavía fuera parte del ámbito humano, pieza esencial de la cultura actual. Ojalá. Pero no.
Y, en ese rescate o indirecto homenaje, ahí está la gracia de esta pequeña, humilde, perfecta obra de hondas raíces y encomiable realización. Gozosa recreación de unos hechos fabulosos e inventados, muy posibles (sí). Nos habla de arquetipos, de hombres arrojados al abismo, enfrentados a sus demonios y tormentos, que huyen del mundo (comenzaba la primera guerra mundial) y se encuentran con su antinomia, doble oblicuo o némesis que queda más bonito.
El joven guapo y virginal, y el cansado lobo de mar. El idealista y el cínico. Cariño o misantropía. Luminoso u oscuro. Y en medio de los dos, para completar el "menage a trois", nos encontramos con un ser azulino y acuoso, mitad pez y algo de ser humano. Una sumisa hembra entre dos machos solitarios. Una esclava atrapada y fuera de su raza. Especie marina nocturna y felina que, además de manifestarse como muchedumbre belicosa, sirve de metáfora, nos habla de lo que nosotros hacemos con el mundo, de nuestra mirada y pena, de nuestro dolor transformado en odio y nuestro desamparo lleno de estupor, espinas y púas; la soledad es un campo de minas que siempre nos acaba explotando entre las manos. Peor si es por mal de amor.
Apenas dos o tres ratos morosos y algo inanes, todo lo demás es superficial y delicioso relato maravilloso. Se unen los medios técnicos a los literarios para ofrecernos todos juntos un espectáculo sabroso y goloso.
Si en la noche más oscura los demonios se te acercan, lucha, pelea, defiende tu sangre con toda tu fuerza. Pero piensa que tras la dura contienda vendrá una luz silenciosa, plena, que te dará la oportunidad de volver a fracasar, esta vez si cabe con mayor entereza.
Ferdydurke
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