Expediente Warren: The Conjuring

Esta es mi página favorita para leer antes de ir al cine, me fío de esta página como si fuera mi guía indiscutible pero por primera vez estoy decepcionada, yo no sé si es porque fui con mi chico a ver esta película, o porque habían adolescentes atrás que gritaban con cada escena que les causaba ¿terror? ¿risa? vaya uno a saber... pero quizás le quitaban la poca emoción que tenía El conjuro, me sorprende ver la buena nota que tiene en Filmaffinity ya que me ha dado menos miedo que la Toy Story 3. No hay nada oculto bajo el Sol pero o varios que hacen críticas aquí son nuevos y están haciendo sus primeras armas en el mundo de las críticas y del cine de terror o quién sabe si se han olvidado de las grandes joyas del cine y prefieren algo más comercial que no les quite el sueño.
Sustos previsibles, maquillaje digno de una película de serie B y un final tan malo que de saberlo me hubiera retirado de la sala a comer pop afuera de la sala.
Le doy un dos de puntaje porque Vera Farmiga me parece una actriz excelente y porque mi chico pagó la entrada.

Expediente Warren empieza entre lo bien y lo mal. Empieza de una manera explícita, directa, abrazando lo sobrenatural sin rodeos ni ambigüedades. Esto, en un mundo científico como el nuestro, quizá no es el mejor método para dar verosimilitud a una historia, pero bueno, es algo totalmente opinable. El título del film (The Conjuring, no Expediente Warren) y el apartado sonoro dan una buena impresión, un aire al cine de terror de los sesenta y setenta que se mantiene durante el film con unos recursos sonoros dignos de "El Exorcista" o "Al final de la Escalera", y con unos usos de la cámara recuperados de dichas décadas (zooms, cámara temblorosa, la oscura fotografía)

Pero ya está. Ahí se acabó la película. Porque de resto es la misma historia de siempre. El mismo exorcismo, las mismas leyes para aplicarlo, el mismo intento de tensión con los mismos planos de siempre, la niña que ve cosas, la médium que también las ve, los fantasmas que aparecen burdamente ante la cámara, los sustos tirando del sonido... todo. Esta película es el mismo despropósito de siempre, sólo que ahora dirigida por un fan de Hitchcock y Friedkin.

Lo terrorífico de esta película es su sobrenatural y positiva acogida: si esto se considera lo mejor del género en años, me temo que estamos perdidos.

Porque no hace falta quince sustos para meternos en la piel de los protagonistas, por lo tanto de la familia Perron (bueno, cuatro tal vez sí). No abunda la morralla innecesaria típica del cine de terror actual. Solo realismo cogido con pinzas, sutilmente. Estamos ante una historia verdadera y no de asesinos con máscaras de hockey, o de máscaras con cara de susto, o niñas caídas en pozos. Atrás quedó el terror hecho para impresionar con autenticidad y calidad. Ahora la nueva ola de terror está hecho para vender, vender y también vender. The Conjuring ha logrado unir ambas partes: la crítica y la taquilla. No obstante, la vieja escuela (del terror) se palpa. La película sería completamente nula sin el trabajo de Vera Farmiga y Lili Taylor. Asombrosamente buenos.

James Wan, experto en la materia, ha logrado igualar o superar su mayor logro hasta la fecha, que era Saw. Ahora no sabremos qué le deparará el futuro... Que empiece el juego.

Hacía mucho que no me sentaba a ver una película de terror de las nuevas. Le di play al Conjuro con la esperanza de hallar algo novedoso dentro de este género que en los últimos años no ha sido más que efectos especiales y tramas repetidas hasta el hartazgo, y la verdad que fallé en mi cometido.

Señores, esta película es más de lo mismo... demonios, ruidos raros, olores nauseabundos, los pájaros, el sótano misterioso, la niñita con el amiguito invisible, las puertas, en fin, todos y cada uno de los clichés tan conocidos por todos, pero con algunos bonus como un muñeco asesino o el recurso de la cámara en mano por momentos. Me hizo acordar muchísimo al remake de Amityville Horror, muchísimo.

A pesar de ser un menjunje de lo archi-conocido, está bien rodada y lo estético bien cuidado. Pero no esperen ver algo que "salve" al querido género de terror, no.

Tendré que volver a refugiarme en los viejos vhs de los clásicos de los 70' y 80', y seguir esperando por alguien que tenga la capacidad de crear algo valioso que haga salir a flote este, como ya dije, queridísimo género del terror que desde hace décadas, en Hollywood al menos, parece seguir hundido en el fondo del océano.

No falta ni uno, están todos, absolutamente todos los tópicos de eso que llaman miedo o terror y que da para un género largo, extenso y muy aburrido, por cierto. Este Conjuro entra en ese saco en el que se repiten una vez más -y van miles- el escenario de la casa grande, vieja y aislada, las niñas tiernas e indefensas, las amas de casa solas en sus labores y presas fácil de fantasmas y diablos, las noches densas y los armarios repletos de duendes por salir, las sinfonías de ruidos extraños con golpes a destiempo, puertas, ventanas, sótanos... No hace falta seguir. Todos esos tópicos tan manidos entran en esta sobrevalorada cinta, solo apta para psicóticos que se encandila con los escalofríos de atrezzo y los sustos de encargo.