Verano azul (Serie de TV)

Ufff confieso que es una de las críticas que más me cuesta hacer. Y no porque haya de pensarla mucho, si no porque me he de refrenar como nunca. Porque tengo un prejuicio incurable (y que no quiero remediar) con esta serie: la odio a muerte.
Por eso le subo la nota, porque sé que seguramente soy injusto, no lo sé. Pero es que no la trago, es más, con este bodrio me sale una vena nazi. No sólo la odio, si no que paso a odiar a todo el que no la odie.

Aún recuerdo cuando compartía su visionado con mis hermanos y mis primos. Me ponía en el sofá de atrás y se me hinchaba la vena de la frente mientras ellos reían las gracietas (?) de los gañanes playeros que salían en esta asquerosidad. El momento culmen fue cuando, creo que era el gitanazo, al final iba gritando por la playa: "¡Chanquete ha muerto! ¡Chanquete ha muerto!". Yo ya no pude reprimirme más, y ante la estupefacta mirada de mi familia, me levanté y dije: "He sido yo".

Gracias a esta antológica e histórica serie puedo afirmar categóricamente que muchos chavales nacidos en la generación de los 70 nos transformamos en proyectos de mejores personas. Cuando a muchos de nosotros - que rondamos los treinta y tantos - el lado oscuro de la fuerza intenta tentarnos no tenemos más que recordar a aquellos chicos en bicicleta pasando las más extraordinarias vacaciones en la orilla del mar con las que aún soñamos todos.

Parece ser que en Nerja cada uno de los actores de la serie tiene una calle dedicada. Yo, en mi tierna infancia, no hacía más que desear ir a Nerja para encontrarme con mis héroes...y aún no he podido cumplir mi sueño de pasear por este precioso pueblo mediterráneo y descubrir "La Dorada" por mi cuenta.

Gracias, Mercero, por enseñar a muchas generaciones a ser buenas personas.

Para mí esta serie simboliza mi infancia y el despertar al mundo adulto, pues cada capítulo afrontaba temas sociales y de todo tipo. Pero desde un prisma divertido y cordial, e intentando mezclar el drama con el humor. Han pasado muchos años y el recuerdo que tengo de Verano Azul y de aquella época, es que fue una época mejor, o al menos a mi me lo parece, pues todos éramos más inocentes.
En la actualidad, y para algunas personas, Verano Azul sería una serie políticamente incorrecta en algunos aspectos, o tal vez para algunos la serie no haya envejecido del todo bien. Pero para los que la sentimos como algo que está impregnado en nuestro ADN, o en nuestro subconsciente, o en la memora colectiva, Verano Azul es la serie mejor dirigida y más exitosa de todos los tiempos. Es una serie conmovedora desde el principio hasta el final, y hay que destacar sobre todo las interpretaciones de María Garralón como Julia y de Antonio Ferrandis como Chanquete.
Los niños también lo bordan, y están especialmente divertidos y hay que destacar el mérito de ellos debido a su corta edad.
Y los adolescentes también hacen geniales interpretaciones, pues cada uno tiene su propio sello en la serie, su propia personalidad.
Una joya de la televisión. Siempre conmueve.

A Mercero (qepd) no sólo hay que agradecerle haber dirigido una magnífica serie, sino que sin saberlo, hizo un retrato no sólo de una generación, sino de la existencia que pudimos disfrutar los afortunados niños y adolescentes en los años 80. A la lógica mirada nostálgica por los años pasados se une una visión casi antropológica, al habernos situado la vida en las circunstancias conocidas de la pandemia. Y así, ya no sólo me veo con los rockys que lleva Tito, o las diademas de Bea, o colgando con chinchetas los pósters en la pared de mi cuarto; sino que me maravillo de que los veranos se sucedían sin sobresaltos, del mismo modo en que llegaba septiembre y la cartera nueva para ir al colegio; se pasaba el curso entre evaluaciones, deberes, villancicos, algún sarampión o varicela, e indefectiblemente ahí estaban los tres meses estivales. ¿Cuándo terminó aquella rueda...? Y, sobre todo, ¿por qué?

Este verano repusieron Verano Azul por decimotercera vez en televisión y cuando la vi de nuevo comprendí una vez más que eso sí era vida. Quien la probó lo sabe.

Si en 2019 Melies estrenase su "Viaje a la luna", haría el ridículo estrepitosamente. Pero la estrenó hace más de un siglo. Ponerle un 1 sin tener en cuenta el contexto sería de retrasado mental.
Lo mismo ocurre con "Verano azul".
La serie ha envejecido mal en cuanto a realización y en cuanto a interpretación en la mayoría de los casos.
Sin embargo me ha llamado mucho la atención lo adelantada a su época que resulta en el tratamiento de temas como la depresión, la ecología, la paternidad...
Incluso se me antoja una serie necesaria hoy en día por los valores que se han perdido y que aún entonces se cultivaban.
Los personajes desprenden una inocencia y una alegría encantadora que buena falta nos hacen ahora.
Así que dejemos a un lado cosas superficiales como la realización y algunas actuaciones afectadas, y valoremos la fuerza de sus temas.
Viva "Verano azul", serie adulta para toda la familia... Dónde se ve eso ahora?