Brothers (Hermanos)

A pesar de ser una película bastante previsible, tengo que reconocer que me ha emocionado.

Que conste que no he visto la película en la que se basa.

El trabajo de todos los actores me ha parecido gigantesco, desde la pequeña hasta el abuelo.

Curiosamente el trío protagonista, sobretodo la parte masculina, no me convencían hasta ahora, pero he de reconocer que realizan un trabajo sobresaliente, destacando a Tobey Maguire que pone los pelos de punta.

El guión es bastante solvente, aunque tiene alguna pequeña laguna (Ver Spoiler) y como he dicho anteriormente aunque sea bastante previsible te pega al asiento con un cúmulo de sentimientos encontrados.

De Jim Sheridan poco que decir, realiza un buen trabajo, aunque da la sensación que no se exprime, no es tan incisivo e intimista como en sus inolvidables películas irlandesas: “En el Nombre del Padre” o “The Boxer”, por ejemplo.

Basada en una película danesa del año 2004, que no vi, por lo cual no puedo decir si es mejor o peor la versión Hollywood. Hecha esta aclaración previa corresponde decir que es una EXCELENTE película, un buen guión, pero fundamentalmente unas actuaciones formidables, de todos los protagonistas, incluyendo la actuación de las niñas, Maguire en el rol de esposo e hijo perfecto, que la guerra lleva a limites extremos, Gyllenhaal en el rol de hijo segundón que trata de reivindicarse de un error en la vida y Portman, que es algo mas que una cara bonita, en el rol de esposa y madre, con sentimientos encontrados. Hay varias cuestiones que abarca el filme, conflictos familiares de años, la relación matrimonial, el sentido de la guerra, el amor hacia los hijos, estar entre la espada y la pared. Una muy buena película que se sostiene fundamentalmente en muy buenas actuaciones. Es un AUTENTICO DRAMA.

Sin haber visto el original danés en que está basada esta película, y por lo tanto sin poder compararlas, he de decir que me parece un film aceptable. Un poco previsible, quizás, y convenientemente moldeado al gusto norteamericano, pero la mezcla de conflicto familiar y secuelas atormentadas de una experiencia bélica resulta bastante interesante. Ni lo uno ni lo otro resulta especialmente original, es cierto, y cada uno de los personajes responden a estereotipos reiteradamente explotados en multitud de películas, pero el trabajo de los actores, especialmente de Tobey Maguire y Jake Gyllenhaal, dota a sus papeles de la credibilidad necesaria para que no caigan en un exceso de tópicos interpretativos. A los dos, añadiría a la niña Bailee Madison, que sorprende gratamente en unas escenas cargadas de tensión dramática que resuelve con mucho talento y sabiendo jugar con matices expresivos no muy comunes a su corta edad.

La dirección de Sheridan es tranquila, correcta, sin golpes de genio pero rehuyendo las estridencias. La fuerza de la película está en su guión y lo sabe. Deja que la historia fluya y sean los actores los que la lleven a buen puerto, sin emplear recursos que entorpezcan la comprensión de la trama. Quizás esta opción narrativa le resta fuerza en algunas secuencias que piden algo más de vigor en su puesta en escena, y acaba dándole a la cinta un cierto aire de telefilm que le hace perder encanto, pero el tono desesperanzado y pesimista que se apodera del film en su parte final deja bien a las claras que no se trata de una película amable. El resultado es tan sobrio como arisco, tan contundente como oscuro.

Puedo decir que la película es conmovedora, convincente y absorbente hasta el momento crucial en que deja de serlo para convertirse, en un abrir y cerrar de ojos, en su reverso, su contrario y su antítesis. Tuve un amigo que sostenía que lo menos importante de una película es el final. Puedo estar de acuerdo contigo, Gonzalo, pero no en este caso de ominosa mezcla de géneros. Recuerda a las grandes del género, por ejemplo "Apocalypse now", "El cazador" o "El regreso" y, por lo que yo sé, ninguna de las tres se paró a edulcorar porque las tres eran eso, pelis de Guerra y ahí no cabe edulcorante que valga. Si ésta es de Hermanos que se diga y no se sirva de La Guerra ("El horror...") porque el truco no funciona. O Caín y Abel o La Guerra, no hay término medio. Son géneros excluyentes.

Sam (Tobey Maguire) y Tommy Cahill (JakeGyllenhaal) son dos hermanos con personalidades distintas. El primero es un ciudadano modelo, marido ideal, patriota, capitán de marines y orgullo de su padre, el veterano de Vietnam Hank (Sam Shepard). El segundo es un irresponsable y borrachín pendenciero que ha salido de la cárcel a la espera que su condicional no le evite seguir metiéndose en líos y trifulcas por los bares en que derrocha su dinero por alcohol. Cuando Sam se va de misión a Afganistán después de una discusión familiar en su cena de despedida en que se han visto involucrados Tommy y su padre, el otro hermano tomará la decisión de llevar las riendas de su mala vida. Y más aún cuando les comunican que Sam podría haber fallecido en una emboscada con los talibanes. La actitud de Tommy cambia bruscamente para el bien de su cuñada Grace y de las hijas que le ven como un nuevo padre.

El irlandés Jim Sheridan (Mi Pie izquierdo) ha sido el encargado de realizar éste “remake” americano de un film danés, “Brode” de Susanne Bier que en su momento puso en escena un triángulo formado por Ulrich Thomsen, Nikolaj Lie Kaas y Connie Nielsen. Sheridan los releva aquí por Tobey Maguire, Jake Gyllenhaal y Natalie Portman en un drama paralelo al de Bier solo que la acción ya no se desarrolla en Dinamarca sinó en Estados Unidos. Inevitablemente este bien estructurado dramón que nos recuerda “El Regreso” (1978) de Hal Ashby y muy bien el personaje que interpreta Maguire tiene forzados paralelismos con el de Bruce Dern.

Lo Mejor: el trio protagonista
Lo Peor: el regusto a folletín que deja