Mr. Brooks

Siempre me ha gustado el cine de psicópatas, de ladrones, de personalidades extremas y fronterizas. Aquí nos adentraremos en un mundo que nos obligará a reordenar las reglas para adaptarnos a otras.

El personaje de William Hurt, consigue que todo funcione de distinto modo. Un trasfondo que es incapaz de deshacerse de la estructura formal del género con evolución poco imaginativa, aunque su visionado resulte ameno. Tenía expectativas puestas en ella.
Lamentablemente no he disfrutado de un trabajo sobresaliente... Quizá, si entretenido, nada más.

Gran película, interesante argumento y magníficas interpretaciones de Kevin Costner y William Hurt.

Mr Brooks es un empresario de éxito, hombre del año que, sin embargo, se ve incapaz de contener sus deseos de matar. Azuzado por su alter ego (no por su conciencia), pues, de hecho, el personaje de William Hurt posee identidad propia e independencia de pensamiento respecto a Mr Brooks, nuestro personaje se rinde a su sed de sangre en un círculo psicópata de finalidad absurda. Toda la vida de Mr Brooks peligra en cada una de sus incursiones asesinas, su estabilidad se tambalea, y sin embargo todos sus esfuerzos por contenerse resultan inevitables: de ahí que él mismo se tilde de "adicto".

Son esos diálogos entre Mr Brooks, de apariencia agradable y modales exquisitos, y su alter ego, Marshall, lo que nos engancha. Desde el principio, la química entre ambos actores resulta demencial. las escenas donde ambos intercambian expresiones, el reflejo de Marshall en el espejo del coche, los trayectos nocturnos por la ciudad, son escenas impagables. La maldad, encarnada por Hurt, es engreída, segura de sí misma, siempre mascando chicle, de mirada imperturbable y maléfica. El personaje de Costner juega a contenerse, en un ejercicio perfecto de lo que se supone que es un hombre histérico, un psicópata, la mente de un asesino en serie.

Otro punto a favor es la riqueza de las subtramas: ciertamente, Mr Brooks podría ser el episodio piloto de una nueva serie norteamericana. Destacar también la ausencia de moralina (gracias a dios, no hay mensaje). Nos encontramos ante un cuidadoso thriller, obra de culto a mi parecer dentro de unos cuantos añitos (sé que soy un exagerado). Y lo que encumbrará esta obra hacia los Olimpos del culto cinéfilo, es la apasionante interpretación que nos brindan sus dos protagonistas. Título que revitaliza la figura de Costner, sin lugar a dudas. Y que nos recuerda que William Hurt es un genio.

Recomendable ejercicio que se mueve a caballo entre el thriller psicológico y el drama de personajes en la cual se consigue una hipnótica y narcótica sensación de vivir dentro de la decadente mente de un enfermo.


William Hurt repite como secundario de lujo y Kostner y Moore se dan un homenaje ofreciendo un brindis por sus épocas pasadas de éxito y portadas de revista. Acertadísima banda sonora y correcto pulso narrativo.

Descubrí "Mr Brooks" un poco por casualidad. Me puse a buscar películas de Kevin Costner recientes, y vi "El último voto", que está entretenida, pero Costner no parece Costner. Entonces vi "Mr Brooks", y me llevé una sorpresa muy agradable. Este hombre había recuperado el gancho que tenía en "Los intocables" y "JFK", aunque los años no pasen en balde.

El guión es muy bueno, cada personaje encaja perfectamente en la trama. Mención especial a William Hurt, el "Pepito Grillo" del señor Brooks que le incita a hacer cosas horribles. Tiene mucha personalidad. Demi Moore, aunque su actuación sea aceptable, es quien menos me gustó. El final me encantó, aunque no voy a dar detalles ni en el spoiler siquiera.

Para abrir boca, diré que la película viene a ser una especie de "Dexter" (la serie de televisión), aunque a su manera. Kevin Costner es un empresario de renombre, casado, con una hija, y querido por toda la ciudad, aunque tiene un lado oscuro: le encanta matar a las parejas mientras practican el sexo. No cuento más, pero os diré que la trama se complica bastante, y los giros son bastante acertados.

¡Disfrutadla!

Recomendación de un alma gemela. Brillante la interpretación de Demi Moore, escenas sobresalientes, bien ejecutadas. Correcto Kevin Costner, y un papel muy poco agradecido para William Hurt.

Hacia la mitad comienza a flojear y hacerse un tanto obvia, pero a medida que avanza recobra el pulso. así como el ritmo.
Entretenida, sin ser nada sobresaliente.