Shine. El resplandor de un genio

Este film australiano fue la presentacion para el gran público (me incluyo) de Geoffrey Rush, que realizó una labor admirable. Tanto es así, que se come gran parte de los méritos de la película. (Luego no volví a verlo en otro papel tan agradecido como este). Es una buena historia, basada en la vida del pianista David Helfgot, quien pasó buena parte de su vida recluído a causa de los desequilibrios mentales que le provocó un padre por demás severo y perfeccionista. Luego la vida y una buena mujer lo ayudarán en su resurrección al mundo de la música clásica. Tiene tal vez algún que otro golpe bajo, pero también escenas que para mí siguen siendo inolvidables, como la de David bajo la lluvia queriendo entrar en un barcito, y cómo posteriormente se gana el derecho a ser el "número vivo de la casa" tocando el piano para los parroquianos. Muy recomendable.

Una película excelente, no dejó que me distraiga ni un minuto. Narra la historia de un genio del piano, que desde niño recibió una educación muy estricta, de un padre que de alguna manera repitió lo que habían hecho con él. Muestra el riesgo que muchas veces implica creer que las cosas o las personas son una extensión o una propiedad de cada uno. El padre no permite que su hijo se exprese libremente, no lo deja ser
Clara muestra de como se le puede arruinar la vida a una persona

Shine es una película biográfica, en la que el actor Geoffrey Rush da vida a David Helfgott, un virtuoso del piano que aún vive y dio su consentimiento a la realización de la película. De modo que Geoffrey Rush no construye un personaje imaginario sino que se puso en la piel de una persona viva, lo cual añadía interés a su trabajo interpretativo, que a la postre le reportó un Oscar.

Se trata de un personaje único, un músico excepcional pero perturbado mental, con dificultad para las relaciones sociales, y del que aflora un alma inocente y pura. Su personalidad está marcada por la férrea influencia de su padre, narrada con flashbacks de la infancia y juventud de David. Los saltos temporales articulan eficazmente la progresión de la película.

La personalidad del protagonista combina matices tan peculiares y con trasfondo doloroso que requieren un gran trabajo del actor para llevar su papel a buen término, alcanzando la emoción rodeando el patetismo evidente que entraña la deficiencia psíquica de su personaje. Así, logra componer un personaje muy carismático, del que podría ser heredero Forrest Gump.

La música acompaña muy bien esta película, en la que podemos escuchar con todo su esplendor a Chopin, Rachmaninov, Rimsky-Korsakov y otros autores que se integran en la historia, porque son inspiración del protagonista, que logra magníficas interpretaciones de obras cumbre de la música clásica.

Recomiendo buscar en youtube videos de David Helfgott, por ejemplo tocando el Bumblebee, para descubrir que hay algo que este virtuoso sabe hacer aún mejor que tocar el piano: saludar a su público.

Película razonablemente bien hecha. Buenas interpretaciones (bien por Armin Mueller-Stahl y John Gielgud, pero no tanto po Geoffrey Rush, que interpreta un personaje fabricado para ganar un Oscar).

Está dividida en dos partes bien claras (juventud y madurez) de desigual interés.

Servidor se queda con la primera. La segunda ya está muuuuy vista...

Y lo mismo da que esté basado en hechos reales, diablos.

Esta película es para cualquier persona con gustos normales, algo excepcional. El personaje principal se hace sentir, te sientes alegre cuando el lo esta, triste, emocionado. Llega donde pocas películas lo hacen, llega a meterte en ella como si de tu vida se tratara, tus sueños, tus problemas, tus desdichas. Un fiel reflejo de una vida difícil con un talento soberbio. La banda sonora es espectacular, el guión, los personajes, los planos.
Simplemente es casi perfecta, de las películas que siempre recomendaría.