Visitor Q

Gran película.
No hay duda de la simplicidad con la Miike juega con la aburrida visión abierta que tiene la sociedad de las personas y hace que la mente se abra a las perversiones mas ocultas del ser humano.
El visitante es en mi opinión una representación de lo que la sociedad nos enseña desde críos y los valores falsos que nos enseñan en el mundo real.
Para mí la película es un sueño irreal. Es lo que nos cuentan cuando somos jóvenes para mentirnos cuando somos mayores.

Película entretenida con bastante sangre y vísceras y mucho humor negro, al servicio de un guión si no brillante, sí al menos consistente, si bien algunas de las escenas no dejan de ser un tanto gratuitas. El director, como el protagonista, parece dejarse llevar en una vorágine de exploración radical del lado más oculto del género humano, sin atenerse a límite alguno. El personaje principal es un periodista que tras una experiencia traumática en el pasado, se comporta de una manera excesivamente desinhibida y brutal, buscando el material para sus reportajes en su propio entorno familiar, recurriendo a la regla: "si no encuentras la noticia, créala". Así, tiene relaciones con su propia hija prostituta, asiste con gustos a los maltratos hacia a su hijo, o fomenta la relación masoquista entre éste y su madre, siempre cámara en mano. Pronto su lado más salvaje encontrará la manera de pasar por encima de todas las barreras y comienza una carrera de depravación absoluta, con la connivencia de sus familiares (personajes tan terminales como él, aunque nada se explica del origen de su comportamiento) y de un extraño hombre que es invitado por el periodista para que le ayude en sus "investigaciones" (inicialmente le contrata para que le apedree por la calle en repetidas ocasiones para saborear la experiencia).
Proyecto incalificable, violento, brutal, descarnado pero necesario y refrescante en un mundo cinematográfico demasiado limitado por lo políticamente correcto y poco interesado en explorar otros campos. Diferente a todo.

Esta película es un conjunto de escenas muy explícitas, fuertes y perturbadoras enlazadas por un guión muy débil, que está al servicio de la exposición de momentos extremadamente bizarros, aunque bien hechos en su mayoría ( si se quitan de lado los varios momentos de errores técnicos bastante obvios).

La historia aunque puede sonar interesante en realidad no tiene mucho sentido y al final no se ve un objetivo claro al contarla, aun así en lo personal me pareció muy entretenida.

Lo que rescata a la película (para quienes gustan de este género) es que algunas de las escenas son bastante divertidas, algunas originales y otras bastante arriesgadas y en ningún momento aburre pues constantemente hay alguna situación rara que no deja de generar la incógnita de para donde va todo, y la respuesta es, para ningún lado, aunque el final es "feliz".

Hora y media de película que se hacen algo más de dos. Primera pega, aunque pesa lo suficiente como para hacerle caer la nota.
Lees la sinopsis publicada en esta página (que desconozco si es la oficial) y directamente te la destroza. Espero que antes de leer esto no hayas leído la sinopsis. Que sirva al menos como aviso.
Pasada la media hora larga, la película coge ritmo. Los mensajes subliminales y los chistes macabros comienzan a aflorar. Si te pilla con buen cuerpo, seguro que lo disfrutas.
Cuando la resolución de la película se comienza a dibujar, asistimos a lo mejor de todo el metraje, de muy lejos. Y ese plano final tan simbólico como rompedor.
Se huele a Burroughs en sus planos, aunque no en su narración.
No tiene ese impacto y concienciación social de a Serbian Film, pero no te dejará indiferente. Seguro.

La obra de Takashi Miike me ha gustado mucho, la vi hace poco y a pesar de los años que tiene para las propuestas actuales me parece que está no se queda atrás por donde se le vea. Difícil de clasificar por todas las referencias que contiene y con una estructura narrativa sin muchas dimensiones y sin mucho preámbulo, donde no existe una historia brillantemente estructurada puesto que reinan las escenas escatológicas cargadas de extrañeza y sin sutilidad, con un comienzo algo flojo pero que engancha poco antes de la mitad y con una duración de hora y media.

Un rasgo a rescatar de la película es el hecho de que haya sido grabada también desde el ángulo de la "handcam" para dar un aire mucho más realista. A pesar de que contiene escenas chocantes que desafían los estándares de lo "correcto" en la pantalla, no ofrece momentos inquietantes sino más bien eso: chocantes.

Muy recomendable para todos los amantes de Takashi Miike, el cine de horror japonés o las películas del estilo de NECROMANTIK.