Personalmente, no me hace ninguna gracia ver a un oso de peluche interpretado por Seth McFarlane diciendo groserías, teniendo sexo o fumando marihuana, no porque sea un moralista a quien le disgusten estas películas (al contrario, hay magníficas películas sobre lo desagradable y tabú) sino porque es una idea mediocre y trillada, que como un chiste en YouTube no está mal, o como una miniserie animada para televisión, pero llevado a la pantalla deja mucho que desear.

La primera flaqueza radica en el nombre de la película, porque el pedazo de torta más grande se lo lleva Mark Wahlberg en un papel bien interpretado, sin embargo, convencional y con una idea gastada. Él es el típico personaje adulto pero inmaduro que todavía no ha hecho nada con su vida y se ve en desafortunadas situaciones que permiten la comedia, no obstante, no alcanza el grado hilarante que puedan ofrecer películas como SCARY MOVIE.

Por otro lado, Ted, con el doblaje de McFarlane es un personaje un tanto plano y con poca profundida que rar vez puede ofrecer momentos entretenidos. Como ya he dicho, una animación haciendo ridiculeces solo puede sorprender a quienes están acostumbrados a la mediocridad o que se quedan boquiabiertos con cualquier chiste mediocre de internet.

Con pocos momentos divertidos, con un final torpe, con ideas gastadas y unas actuaciones aceptables, TED se encuentra más bien en películas que no recomiendo.

Una película más bien floja con algunos puntos rescatables pero con un argumento anodino y demasiado convencional, todo esto añadido a un trasfondo político simplón. Con un arranque de lo más convencional y con unos diálogos bastante aburridos y sin conexión evidente con la película, llega a aburrir en muchas partes y no ofrece una propuesta interesante que se salga de unos cánones encorsetados propuestos por Hollywood: el héroe que por acción individual hace girar la trama en torno a él (interpretado por Brad Pitt y con una actuación que deja muchos billetes) y una invasión de zombies en la gran ciudad donde el ejército se reivindica como el que pone la balanza a su favor.

Sin leer el libro, me parece una película con ideas mediocres y hecha así nada más, eso sí, compensado todo por una fotografía espectacular y muy buenos efectos especiales, pero sin propuestas interesantes.

La obra de Takashi Miike me ha gustado mucho, la vi hace poco y a pesar de los años que tiene para las propuestas actuales me parece que está no se queda atrás por donde se le vea. Difícil de clasificar por todas las referencias que contiene y con una estructura narrativa sin muchas dimensiones y sin mucho preámbulo, donde no existe una historia brillantemente estructurada puesto que reinan las escenas escatológicas cargadas de extrañeza y sin sutilidad, con un comienzo algo flojo pero que engancha poco antes de la mitad y con una duración de hora y media.

Un rasgo a rescatar de la película es el hecho de que haya sido grabada también desde el ángulo de la "handcam" para dar un aire mucho más realista. A pesar de que contiene escenas chocantes que desafían los estándares de lo "correcto" en la pantalla, no ofrece momentos inquietantes sino más bien eso: chocantes.

Muy recomendable para todos los amantes de Takashi Miike, el cine de horror japonés o las películas del estilo de NECROMANTIK.