Haz click aquí para copiar la URL

La taberna del irlandés

Comedia. Aventuras La vida en una isla al sur del Pacífico es casi perfecta para dos amigos ya retirados del ejército: pasan su tiempo en la taberna, lugar donde discuten, pelean y se liberan de la monotonía de la vida tropical. Y a este auténtico paraíso, llega una estirada bostoniana que busca a su padre. (FILMAFFINITY)
<< 1 3 4 5 6 8 >>
Críticas 36
Críticas ordenadas por utilidad
22 de agosto de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si pensamos en John Wayne, nos vienen a la cabeza un montón de grandes películas enclavadas en el género americano por excelencia, el western. Pero John Wayne no era sólo un tipo de duro al que el revólver y el sombrero de cowboy le sentaban como un guante, también era capaz de regalarnos papeles con una vis cómica que ya quisieran tener muchos de los que, hoy en día, se autodenominan comediantes. La Taberna del Irlandés, es un claro ejemplo de este talento para la comedia que tenía el legendario actor.

La principal fortaleza de esta película es el contar con un reparto tan atractivo que, además, tiene tan buena química entre sí. Las escenas entre John Wayne y Lee Marvin son dinamita pura, y no sólo porque casi siempre acaben a golpes entre sí, pero las escenas que comparten John Wayne y Elizabeth Allen no se quedan atrás. La verdad es que la tensión sexual que se plantea entre ambos personajes es de los pilares de la película y sus enfrentamientos dialécticos son dignos de cualquiera de las muchas comedias de lucha de sexos que hemos visto a lo largo de la historia del cine. Recomiendo especialmente la escena en la que ambos personajes se retan nadando, una delicia.

También hay que destacar un par de personajes secundarios porque, tan sólo con su presencia, le dan un punto exótico muy atractivo a la película. Me refiero a César Romero y Dorothy Lamour quienes, además de exotismo, aportan glamour y algunos de los momentos más cómicos de la cinta.

Hay un elemento, totalmente ajeno a la película en sí, que es esencial: el escenario. Desde el primer momento, planea en el ambiente la sensación de que en esta parte del mundo la vida tiene otro ritmo y John Ford es muy hábil poniéndolo de manifiesto desde el principio: con la música, con las localizaciones de ensueño… De esa manera nos sentimos igual que el personaje de Elizabeth Allen, quien, poco a poco, va cayendo bajo el influjo de la isla y sus gentes.

La Taberna del Irlandés no es ninguna obra maestra aunque yo ya he perdido la cuenta de veces que he visto esta película. Es cine clásico sin muchas pretensiones, bien hecho, divertido, entretenido y para lucimiento de sus protagonistas pero tiene encanto y viene de perlas para viajar al paraíso sin levantarse del sofá de casa. Recomendable por completo.

Más críticas en https://losguiltysdepinguirina.blogspot.com
Pinguirina
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de agosto de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La taberna del irlandés", comedia ambientada en una isla de la Polinesia francesa, es uno de los últimos largometrajes dirigidos por Ford, y el último que hizo este director con John Wayne. Está a medio camino entre anteriores empeños de este director, "El hombre tranquilo" (The Quiet Man, 1952) o "Mogambo" (Mogambo, 1953), y la película playera/hawaiana con Elvis Presley de los años 60; de hecho, los exteriores de "La taberna..." se rodaron en las Islas Hawaii. Así, hay peleas, amores, enredos, y un concepto de folclorismo un tanto superficial, sin llegar al enfoque turístico de las películas de Presley.

Adviértase que esta película de Ford, como las otras dos antes citadas, coinciden en una determinada idea de paraíso, un paraíso de las segundas oportunidades, un paraíso para el amor. En el caso que nos ocupa, es un paraíso un tanto extraño, por su carácter multicultural, que se diría algo forzado, artificial: se habla en inglés, pero también en francés, chino, japonés y polinesio. Las monjas francesas se mezclan con los ex-soldados yanquis, los marineros australianos, los comerciantes chinos, los nativos polinesios...Este paraíso es también un lugar idóneo para las ceremonias, ya sean las del amor, o las de la religión: ceremonias un tanto extravagantes, como la misa de Nochebuena, con Lee Marvin haciendo de rey mago.

Elizabeth Allen, que aquí compone una heroína ligeramente hawksiana, interpreta a una mujer que encuentra a un padre (Jack Warden) y a un novio (John Wayne). Adviértase que la ficción sostiene una verosimilitud sólo por la fuerza de las convenciones de determinado "star-system", lo que hace que esta verosimilitud sea débil. Es decir: el padre y la hija sólo se llevan nueve años (Warden nació en 1920, y Allen, en 1929), y en cuanto a los enamorados, se llevan muchos años entre sí: Wayne nació en 1907. Lo más lógico es que Wayne interpretara al padre, y Warden al novio...si no se tuvieran en cuenta determinadas convenciones del cine de Hollywood.
Pedro Triguero_Lizana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de noviembre de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una rica heredera llega a una isla de Polinesia para hacerse con el legado de su padre, afincado allí. Pero en su lugar encontrará a dos ex-combatientes norteamericanos que se pasan el día peleando en una taberna.

Una de las comedias más populares de John Ford y una excelente muestra de aquel microcosmos que siempre caracterizó su cine, definido por personajes y situaciones a partir de detalles entrañablemente cotidianos. Asimismo supuso el último trabajo con su actor-fetiche, John Wayne, tras largos años de colaboración.


- "¿Paz?"
- "Paz."
CINECLUB
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de junio de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen dos tipos de obras de John Ford, sus dramas profundos y emotivos que nos caen como un golpe de poesía audiovisual como grandes obras del cine y otras que pretenden sin ser menos importante transportarnos a un mundo mucho más simplista y lleno de una realidad mucho mas cotidiana “el costumbrismo de John Ford”, Donovan Reef entra en esta última, la historia es simple, juega con un pequeño matiz sobre la multiculturalidad y el respeto entre estas mismas pero sin profundizar mucho ya que el tono de obra costumbrista y cómica se perdería, marineros, peleas en tabernas, ir a cortar un árbol de navidad mientras se nos revela un poco de algunos aspectos de los personajes,son cosas que hay que apreciar como pequeños detalles de la vida que queramos o no son cosas que todos hemos pasado o pensado alguna vez.

Quizás peco de defenderla y valorarla de mas, dado a que soy super fan de John Ford, pero esta película se une a mi colección de obras costumbristas del Cine.
Peteham
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de marzo de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante una película de aventuras ¿? exóticas, sencilla y amable; interpretada con oficio por John Wayne, y Elizabeth Allen, a la que no recuerdo haber visto antes. Pido disculpas con humildad, pues el cine más clásico y yo, no gozamos de excesiva empatía.

Comenzaba la década de los 60 y se apreciaba un cambio orientativo en la manera de enfocar la interpretación... Era evidente ya, una cierta lejanía del encorsetamiento que había dominado el medio, a lo largo de décadas anteriores.

Podía percibirse mayor frescura, relajación, menos rigidez... Bueno.. descartando a John Wayne, que siempre caracterizó el mismo personaje, ya fuera en papeles de cowboy, o como simple aventurero. En cada una de ellas pareciera que al instante iba a montar su caballo, descubriéndose al trote, avanzando por peligrosos desfiladeros del lejano oeste.

John Ford siempre supo rodearse de un sólido elenco de actores secundarios, que colaboraban mas de una vez en sus películas. En LA TABERNA DEL IRLANDES, podemos encontrar rostros tan reconocibles como los de: Lee Marvin, Jack Warden, Cesar Romero, Dorothy Lamour...

Rodada tres años antes de su despedida del cine, contiene una trama que se resuelve situada en ese punto exacto donde convergen molicie e indolencia. Se ofrece a través de sabias escenas, construidas apoyándose en elementos visuales aprendidos a lo largo de 5 décadas de prodigioso oficio, aunque alejadas de aquella hondura psicológica que lo habían caracterizado.
MIRADA MILENARIA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 6 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow