Sherlock Holmes: Juego de Sombras (Sherlock Holmes 2)

No miento si digo que esperaba con impaciencia la continuación del Holmes de Ritchie. Tampoco miento cuando digo que genrealmente, cuanto más esperamos las cosas y más expectación crece en torno a las mismas, más grande puede ser la decepción en el resultado final. No ha sido el caso en su totalidad, pero supongo que he caído en el hecho presente asumiendo tener la virtud del detective en predecir los movimientos de sus contrincantes sin éxito por mi parte. Y en ese caso, la culpa es mía y solamente mía, querido Watson. A Holmes lo que es de Holmes.

Y es que sigue habiendo química entre Law Y Downey y eso se nota al instante, lo cual ayuda bastante. La aparición de Stephen Fry como el hermanísimo del detective da mucho juego. Jared Harris como Moriarty es un villano correcto y Noomi Rapace acompaña al duo protagonista sin estridencias. Donde falla la función? en el argumento. Demasiado enrevesado, desacompasado y frenético. Y no digo que por ello la cinta no sea tremendamente disfrutable (que lo es) sino que probablemente el error está en que lo que yo esperaba no se ajusta demasiado a lo que veo y no en la propia película.
La primera parte me gustó, me encantó ese aire fresco que desprendían los personajes, el sello Guy Ritchie que envolvía toda la producción, la estupenda recreación de la época, el humor inteligente y mordaz que salpicaba la pantalla. Quizás perder ese factor sorpresa haya hecho perder encanto por extensión a esta segunda parte. O quizá yo esperaba demasiado.

El hecho es que son 2 horas de puro entretenimiento con escenas memorables y un Robert Downey en plena forma como acostumbra, con Law dando una más que digna réplica, pero no me he sentido enamorado al cien por cien del conjunto. Blackwood también me pareció un villano de más enjundia, y la trama más directa y menos enrevesada. Parece que Ritchie hubiera inflado el globo y se le haya escapado entre las nubes en algunos momentos.
Sin embargo, he disfrutado. Porque en el fondo ese es el propósito del séptimo arte al fin y al cabo, ya esté nuestro rasero más alto o más bajo en cada ocasión. Así que estaré encantado de visionar la tercera parte en un par de años y terminar satisfecho la trilogía.
Juego de Sombras es una digna continuación de su primera parte, quizá menos fresca y que nos coge con la lección aprendida, pero no por ello repudiada o abocada al fracaso. El humor, la aventura, la acción y el drama se dan la mano en la particular visión de un director de talento junto a un reparto no menos talentoso sobre las peripecias de un personaje del cual ya poco se podía sacar. Eso por su peso ya tiene mérito suficiente. Y de eso algo disfrutable tenía que salir.
Por lo menos.

"Ya sé que no es mi mejor disfraz. Pero es lo que hay."

La verdad sea dicha, a mi este Sherlock Holmes si que sí. Hay muchos que critican esta película desde el punto de vista literario, pero advierto, que lo hacen sin conocimiento alguno. Muchos insisten que Guy Ritchie, director de esta increible adaptación del clásico detective de Baker Street no hace más que malograr la imagen del célebre personaje. Yo no puedo evitar soltar una carcajada ante tal sandez.

Lo primero es alumbrar a los que critican y se dan entendidos desde la oscuridad, pues la persona que más odia a Sherlock Holmes está muy lejos de ser James Moriarty, el famoso archienemigo de nuestro detective favorito, interpretado de manera espectacular por Jared Harris. No es otro que su propio padre, Arthur Conan Doyle, oftalmologo y escritor al cual sin ninguna duda la sombra de Holmes le persiguió hasta su muerte y lo que sean creyentes, en su vida posterior.

Guy Ritchie convierte El problema final, que fue acribillado por las críticas por el asesinato de Holmes en una obra sobresaliente para la historia (hoy día la novela resultaría ciertamente aburrida), llena de acción, intriga, suspense y comedia.

Los efectos especiales, impresionantes, muy cercanos a reflejar a Sherlock comiquero con una gran cantidad de explosiones y escenas de acción, gran mención al uso de la camara paralizada y superlenta y superrápida con cambios de plano horizontales y can alto grado de detalle, aunque sin ninguna duda no es lo más destacado de la cinta.

Pues si Robert Downey Jr. y Jude Law no forman una pareja con carisma reluciente que además llena la pantalla con su sola complicidad, una gran química que tienen estos dos actores juntos, o simplemente se trate de los personajes que encarnan, no estoy muy seguro pues sendas actuaciones rozan la perfección.

Continuo en el Spoiler, con Spoilers.

Esta película es muy buena si lo que quieres es ver como deshonran el nombre de Sherlock Holmes. En vez de haber haber intriga, lo que hay es Slowmotion y puñetazos. Además ponen a Sherlock Holmes como un maniaco. Guy Ritchie debería ir al banco, sacar el dinero que les ha costado hacer la película, pedir que se lo den en monedas, hacer paquetitos con ellas e ir metiéndoselos por el culo.

Cuando alguien se enfrenta al visionado de esta película o de su predecesora, debe hacerlo como lo que es: no una puesta en escena rigurosa, exacta y reverente hacia la extraordinaria obra de Arthur Conan Doyle-autor que ha dado mucho más que Sherlock Holmes-, sino la adaptación de un cómic maleducado,desconsiderado y grosero con una de las obras literarias más queridas y seguidas de todos los tiempos. Con esta aclaración se pretende poner en evidencia que esto no es, de ningún modo, Sherlock Holmes, sino algo que lo parodia,y avergüenza por ello.
A partir de ahí, podemos entregarnos a la contemplación de este producto clasificándolo como lo que es, un artículo de acción rápida y consumible para adolescentes o similares. Y la película hace aguas también por este lado del barco: a una puesta en escena deslumbrante, con espléndida fotografía y decorados creíbles, le acompañan un puñado de títeres de circo a cual más sonrojante. Donde uno quisiera ver a Holmes, se encuentra a un borracho; Watson, quizá el más sensato de la función,acaba consumiendo protagonismo al principal intérprete, al punto de liderar él mismo varias escenas; Irene Adler, la inteligente mujer que rivaliza con Holmes en las novelas, es aquí una ordinaria carterista cercana a la prostitución; Mycroft, el hermano aún más inteligente de Holmes, es un señor que se pasea desnudo por su casa pretendiendo por ello algo extraordinario; y el profesor Moriarty, cuyo nombre asusta en las inolvidables páginas, no pasa de ser otro frágil enemigo al que este nuevo Holmes-Neo revienta a golpes de Matrix. Imposible tomarse en serio esta película, continuadora de esa peligrosa moda consistente en destrozar cuanto se pueda la obra de Doyle, como puede verse en la recién estrenada serie "Sherlock."
Una insolente mirada a una obra intocable; debe ser, y es ya, olvidada.

Después de que nos dejara con muy buen sabor de boca con la primera entrega de este detective de hiperbólica personalidad, Guy Ritchie nos trae esta segunda parte mucho más entretenida, con más acción y con una trama mucho más elaborada. No hay duda de que Ritchie está en plena forma, como así lo demuestra con otro producto recreativo digno de su ingenio. Ese punto tan al borde de cinismo y desfachatez gestual que aporta el personaje de Robert Downey Jr., le va como anillo al dedo. Su habilidad con el disfraz recuerda al mismísimo Mortadelo creado por Francisco Ibáñez, que junto con su inseparable compañero Watson (Jude Law) forman una extraña pareja.

'Sherlock Holmes: Juego de Sombras' ofrece mucho más que su predecesora. Las escenas de lucha mano a mano de Holmes contra sus adversarios son más espectaculares y viscerales. Por otro lado, el villano James Moriarty está perfectamente encarnado por Jared Harris, quien a veces es ensombrecido por el irrebatible carisma de Downey. También ofrece una variedad de escenarios europeos, desde París a Suiza. Y que no falte el implacable humor proveniente de los disfraces y la gestualidad exagerada de Holmes.

Lo mejor: la estridente presencia de Robert Downey Jr.

Lo peor: el suspense no está muy logrado.