Señor, dame paciencia

Poca cosa, poca cosa. Comedieta ligera, ligera. Casi volátil, casi insignificante. Chistes baratos, algunos de saldo; muchos tópicos descafeinados de la escuela de los apellidos vascos. El guionista-director no se rompe la cabeza en ningún momento. Ni una sola escena original o destacable. Se lo deja crudo a los actores. Hacen lo que pueden con el flojo material que se les propone. Algunos ni eso, porqué se nota que no se creen la película.

Jordi Sánchez debería tener cuidado con no encasillarse demasiado. Ya solo falta que el protagonista se llamara Gregorio Recio.

Producto para público televisivo poco exigente. Algunos incluso se reirán, pero más por inercia que por las propiedades intrínsecas de los gags.
Es imposible ponerle más de un tres.

Lo peor es que me jode, porque podía ser una buena película, si los personajes fueran creíbles, y no hablo del Recio(que está en su salsa), pero es que Eduardo Casanova (que poco tiene de galán) debería saber emocionarse, que por desgracia puede enfatizar fácil con la situación, que el cura es de todo menos cura y que el estereotipo toma rasgos demenciales por el enorme sin talento, para una película, que como decía al principio podía ser buena.

Mira que me cuesta dormirme durante una película y dejarla a medias... pues con esta lo han conseguido. Andres Velencoso en su línea... inexpresión total, yo no sé que le ven al muchacho. Eduardo CAsanova, mira que podría mostrar alguna mueca o algo, cero patatero.

En fin, un sinsentido...

Salva Reina el único que se ‘salva’. Aunque seguro que esto se debe a mi ‘nacionalismo’ malaguita. Una peli llena de estereotipos de dudoso gusto. Guión muy malo y actores sobreactuados. Los de David Guapo es de traca. Muy malo, la culpa del que lo puso ahí. Una pena que este ‘truñete’ (con perdón) haya recibido algún tipo de ayuda estatal porque no aporta nada a nuestra cultura.

Un ejemplo de que las cosas no se están haciendo bien. Me alegro de haberla visto en un AVE

Típica película de humor sobre temas muy tratados, imitando esas películas, de mayor éxito y como no originalidad, a la española, cayendo en el humor fácil y sin gracia.
Mal intento.