Colonia

Las críticas más feroces a esta película le echan en cara que sea muy suave. Que no retrate con dureza la represión que se vivió en esa colonia. Olvidan que esto es una película, y la mayoría del público no quiere entrar en una sala de cine para ver torturas. Quien quiera conocer más a fondo la realidad tras esta peli, seguro que puede encontrar documentales que profundizan.

A mí como película me ha gustado. Sabía que muchos nazis huyeron a Sudamérica y fundaron sus colonias, o simplemente se ocultaron entre la población cambiando sus nombres y orígenes. Lo que no sabía es que una de esas colonias sirvió como fortaleza para que la dictadura guardase un arsenal, y experimentase y torturase a sus enemigos políticos, con la connivencia del gobierno alemán. Así que a los críticos con la suavidad del film, decirles que por lo menos consigue que la gente conozca que aquello ocurrió.

Colonia Dignidad, o Villa Baveria, fue una especie de secta religiosa fundada en el sur de Chile por un pastor luterano alemán llamado Schofer. Además de su integrismo religioso, apostaban por una vida dedicada al trabajo rural y la separación de sexos. Todo eso era fachada, en realidad era un centro de detención de la dictadura de Pinochet, donde también se importaban armas, se intentaba crear gas sarín e incluso pretendieron construir una bomba atómica. Tenía tales conexiones con la derecha chilena e incluso con los servicios secretos alemanes, que no fue hasta muy entrada la democracia en Chile, que Colonia Dignidad no fue desmantelada y sus dirigentes encarcelados.

Esa es la historia real, la película sigue los pasos de una pareja de alemanes, Hans artista detenido y encerrado en la Colonia y Lena, azafata que finge querer ingresar en la secta para rescatarlo. Ahí la historia entra mucho en el melodrama, y trata los temas que cité en el primer párrafo de forma muy superficial.
Los actores están correctos, Michael Nyqvist con un tremendo parecido físico al verdadero Schofer, impone. La película acaba funcionando gracias a ellos y a un ritmo de thriller que te atrapa desde el principio. Aunque el hecho de obviar el tema de los abusos sexuales a menores... falta mayor crudeza en la película

Partes de la historia más flojas y que restan a la película son:

Se agradece que un director alemán, con capitales europeos, se haya interesado en llevar a la pantalla grande la espeluznante descripción de torturas y abusos cometidos dentro de Colonia Dignidad durante la dictadura del general Pinochet. Esas buenas intenciones van aparejadas de un respetable presupuesto de catorce millones de dólares y un elenco de actores de renombre internacional. Hay una adecuada continuidad de imágenes para introducir el contexto histórico, pero lamentablemente los diálogos no están a la altura de lo que requería una historia de este calibre. Los parlamentos resultan demasiado explicativos y el director renuncia a las elipsis y a una progresión más ágil de la narración. Emma Watson no da la talla para el papel principal, como tampoco están a la altura Daniel Brühl (Niki Lauda en “Rush” de Ron Howard) y Michael Nygvist (protagonista de la saga Millenium). Hay planos desafortunados del actor sueco en el rol de Paul Schäfer y su personaje resulta estereotipado. El jerarca de Colonia Dignidad no infunde miedo ni respeto, responsabilidad directa de una deficiente dirección de actores. El director renuncia al lenguaje gestual y las tres interpretaciones no adquieren el espesor necesario. Quizás lo que más defrauda es que lo acontecido en ese centro de tortura se perciba menos importante que la huida de la pareja protagónica, convirtiendo a la cinta en una típica cinta de escape, retratada con un nivel de emoción muy superficial donde se echan de menos flashbacks o alternancias de planos. En resumen, la cinta subvalora la real dimensión de ese lugar dentro de la dictadura chilena. Será mejor recibida por el espectador extranjero.

El director alemán Florian Gallenberger, ganador del Oscar por el cortometraje Quiero ser, se vale de esta parte oscura de la historia chilena para llevar a la gran pantalla Colonia, con Emma Watson (Regresión, Noé) y Daniel Brühl (Malditos Bastardos, Rush) como protagonistas. Una película que retrata con más o menos acierto el 'modus operandi' de este asentamiento, a simple vista dedicado a la caridad, pero que esconde la implacable secta liderada por el psicópata Schäfer (Michael Nyqvist -saga Millennium). Abusos sexuales, torturas, palizas, esclavitud... El horror se sucede entre los muros de Colonia Dignidad.

A partir de ahí el drama está servido. Toda clase de penurias se van sobreviniendo secuencia tras secuencia. Los personajes llegan al límite, extenuados con tal de abandonar las vallas de un centro dedicado al horror. La pareja Brülh-Watson funciona de forma notable cuando comparten planos. Algo normal teniendo en cuenta que son dos grandes intérpretes. Y frente a ellos se exhibe Michael Nyqvist, absolutamente perturbador, siniestro y que provoca náuseas. Una especie de encarnación del mal.

Con estos ingredientes, Colonia tiene interesantes momentos donde la tensión es palpable. Muy al estilo Argo, pero obviamente a mucha distancia del trabajo de Affleck. Y a pesar de ello le falta algo. El cineasta alemán marea con algunos enfoques mal planteados. A medida que se consume el metraje esa sensación de vacío se va haciendo más grande y lo que al principio tenias visos de grandeza se va reconvirtiendo en un telefilme más. La terrorífica historia real, los horrores cometidos en Colonia Dignidad -algunos de ellos se intuyen en un acierto por no caer en el gore-, están por encima de lo que se cuenta en sus casi dos horas de duración. Y al final esos momentos inverosímiles se notan.

Así pues, pese a que el trabajo de Gallenberger pierde fuelle, también hay que reconocer que, gracias a esos momentos de tensión vertiginosa, logra entretener. Podía haber sido mucho más, pero esta no fue la ocasión.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
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Paul Schaeffer fue uno de esos terribles monstruos disfrazado de luz en el que todo eran tinieblas. Sus actos desde su Alemania natal a ese Chile de acogida del que abusó esta plagada de horrores. Cientos de niños violados, abusados...quizás miles. Sus relaciones con el fascismo alemán y con la ultraderecha golpista en Chile no han salido completamente a la luz y los que esperaban de COLONIA un mínimo acercamiento se sentirán defraudados. No deja contento a nadie y no hace justicia a las victimas porque, seguramente, tampoco lo pretendía. El cine no está para juzgar pero si se trata de "basada en hechos reales" se puede esperar una mayor fidelidad a lo que, por lo menos, ya se conoce.
El director tiene un buen pulso narrativo y los tres actores principales están realmente esforzados...pero el guión resulta torpe y confuso, desganado y ambiguo. Lo cierto es que lo tenía todo para convertirse en una muy buena película y se queda en un decepcionante thriller enmascarado en historia de amor. DESAPARECIDO de Costa Gavras resulta un antecedente pero la diferencia es más que notable.
No obstante no la puedo calificar de mala película porque si la desvinculo de los hechos reales que conocí de cerca me ha entretenido y no se me ha hecho pesada en ningún momento.
Un tiro que no da en la diana.