The End of the F***ing World 2 (Miniserie de TV)

SUMARIO:
Las secuelas no son fáciles, y menos cuando las expectativas son altas después de una gran primera temporada. Pero Jonathan Entwistle no decepciona, mantiene el ritmo y el tono de la primera temporada, quizás no tan frenética como la primera temporada, pero era necesaria una pequeña pausa y asentar ideas y conceptos. En nuestra opinión es notable para ser una secuela, conserva originalidad, frescura, además, resulta sencilla de seguir gracias a su formato reducido de 30 minutos por episodio

ANÁLISIS:

Esta serie tiene un formato original, una historia de turbulenta contada con mucho humor negro de 2 chicos que por alguna razón las cosas acaban saliendo mal, pero tienen una personalidad despreocupada de lo que está por venir. Lo hace ser graciosa, divertida, tierna en algunos momentos y sorprendente en otros.

Es una historia narrada en primera persona por los protagonistas, muy representativo del estilo de Jonathan Entwistle, lo que te hace rápidamente empatizar con la historia y personajes.

Es una serie de género juvenil pero muy preparada para todos los públicos. Ideal para pasar un rato agradable y divertido, con un formato rápido y sencillo que te permite seguirla sin problemas en cada uno de sus episodios.

Conclusión:
Es original, creativa, educativa, fresca y divertida. Con una gran producción y actuaciones destacadas. Te podrá arrancar alguna que otra carcajada, pero esta concebida para sorprenderte con sus historias contadas que se van fuera de control.

Valoración: 8 - Notable. SINZETA Recomendada.

Desigual segunda entrega de este serial, con un mal empiece y un buen final y es que dedicar un primer episodio enterito a la introducción de un nuevo personaje es excesivo.
Durante los siguientes capítulos la adolescente pareja vuelve a tomar loas riendas del protagonismo con algunas vueltas atrás en el tiempo explicativas y sangrientos rafagazos obsesivos algo gratuitos.
El nuevo personaje deambula en modo asesino con más pena que gloria alargando su protagonismo hasta exasperar. Prescindible en un setenta y cinco por ciento.
Aquí lo interesante son las cuitas de estos chicos atípicos que aunque el exceso es la propuesta principal de esta serie Alex Lawther se despacha a gusto, supongo que con licencia de sus directores, con un repertorio de muecas y balbuceos bordeando el ridículo, mientras que su compañera se muestra correcta en su papel de borde y cortante, un cambio de papeles con respecto a la primera temporada acertado.
The End of the..... tiene licencia para captar bellos encuadres ahondando todavía más en el despiste de su ubicación mostrándonos una Inglaterra irreconocible.
En término generales no se aleja esta segunda temporada del espíritu de la primera, ni siquiera del cómic, tomando un camino lógico dentro de las posibles variantes que nos dejó el final de su primera etapa.
Desde luego el final de esta segunda temporada de "El Final de es Jodido Mundo" no parece el definitivo, el mundo puede ser más jodido aún.

Un final idílico, valiente, que engrandece la historia y sus personajes...

¿Qué? ¡No! Hay que tener contenta a las masas... (Aunque ello conlleve tirar a la basura la primera parte...)
¡Maquinemos un nuevo esquema en la estupenda historia que habíamos tejido!

Venga, no nos comamos el coco demasiado, agreguemos un nuevo personaje metido con pinzas y conformémonos con este final que brindamos.

---No... Para mí, The End of the F***ing World no tiene segunda temporada.

Siento discrepar pero esta segunda parte de la serie me ha parecido notablemente inferior a la primera, me explico:

Continúa la trama de los personajes principales. Lo que significa (ver primera temporada), que fuerzan la situación hasta límites de novela barata. Los protagonistas y los nuevos personajes ya no conectan, sus escenas son tediosas y repetitivas, y la trama no da de sí. Recurren a escenas de la anterior temporada en multitud de ocasiones. El último episodio podría no existir, no apetece verlo. Y la conclusión no pega con el tono de la serie, decepciona.

La parte técnica y las actuaciones rayan a un gran nivel, pero lo demás no acompaña. Hay cosas que es mejor no tocar.