Kartum

La película es de 1966, el mismo año de la Batalla de Argel de Gillo Pontecorvo. Sin embargo, desde un punto de vista cinematográfico y pese a narrar una misma temática, el colonialismo, no tiene nada que ver. Mientras que la Batalla de Argel es un filme anticolonialista, Khartoum es una película que mitifica el mismo proceso histórico.
Tiene sentido puesto que mientras que Gillo Pontecorvo es un director comunista contratado por el gobierno argelino para la realización de la película, esta película fue producida por Basil Dearden, un cineasta británico.
Mientras que la primera es una obra de arte, valorada en algunos portales de cine como una de las mejores películas históricas de la historia, valga la redundancia, la segunda es un mediocre relato épico como tantos que se han contado.
La película está protagonizada por Chartlon Heston, quien ya había participado en películas históricas como el Cid de Anthony Mann. Pero es mas bien recordado por El planeta de los simios.
Le doy un 6 porque pese a que tiene cosas interesantes, no resulta un filme que trascienda como otras de su género. Es entretenida y ya.
Mas en la zona spoilers.

Excelente superproducción colonial de aventuras, de las que hoy en día ya no se hacen, por desgracia, no sea que se ofenda a algún colectivo en concreto.Trata un tema por desgracia ya antiguo, el del fanatismo religioso utilizado por el listo de turno, para conseguir sus objetivos, o sea, la toma del poder. Un esplendido y rocoso Charlton Heston como el general Gordon, un hombre valiente y consecuente con sus ideas y principios, no en vano es respetado por sus amigos y enemigos, Laurence Olivier muy convincente como un líder religioso astuto y manipulador, con unos diálogos esplendidos y unas batallas excelentemente filmadas. Se refleja muy bien la hipocresía del gobierno inglés, en el que el primer ministro que encarna con brillantez Richard Johnson es un claro ejemplo, entretenida, didáctica y muy bien hecha, un ejemplo de cine histórico veraz y bien hecho.En un Sudan tan maltratado por la historia aun hoy en día.

La dramática historia del Gral. Gordon y su heroica muerte esta tratada con un guión riguroso, una actuación eficaz de Heston, estrella de limitados recursos pero que ha trabajado con grandes directores, y un siempre rico en matices trabajo actoral de Sir Lawrence Olivier. Creo no se le hace justicia al filme de David Lean "Lawrence de Arabia" cuando se lo compara con Kartum. Es a mi entender la diferencia que hay entre un filme excelente y otro correcto, O'toole recrea a su personaje en sus grandezas y miserias. Heston no es creíble en la piel de su personaje, su carnadura suele acartonarse y se nos pierde el individuo complejo que representa.El enviado de esa Albion que detrás de sus proclamas revela siempre que no tiene amigos sino intereses comunes.Por otra parte "chapeau" a Gran Bretaña que sabe ser grande con el sacrificio y la sangre de sus hijos.

En la estela de la Lawrence de Arabia de 1962. Gran producción, escenarios naturales grandiosos, El Nilo en este caso, grandes estrellas del cine, un director consolidado.
Música muy interesante, hechos histórico reales, visión neutra del director y un resultado muy entretenido. Mahdi, el esperado.
Está filmada en Ultra Panavision 70, un sistema de lentes y de cinta que recoge las imágenes de manera más densa, según he leído, proyectando más de 25 fotografías por segundo, en vez de las 16 típicas. Ello le da una amplitud a los espacios abiertos y una profundidad que facilita la grandiosidad de la película.
Me ha gustado mucho la película. Es interesante, audaz, pretenciosa y grandilocuente.
Director del que ya he visto unas cuantas cosas. Prolífico, rodó más de 40 cintas, le tengo por un artesano que sabe el oficio y que saca buen rendimiento a lo que tiene. Un director de estudio.

Película épica de los años en los que Hollywood procuraba llenar las salas con grandes escenas pobladas de extras. En esta ocasión lo que se pretende es ser lo más fiel posible al personaje que inspira esta historia, el general Charles George Gordon, quien después de varias campañas, acude al rescate de Khartoum para librarla del asedio de las tropas derviches de Muhammad Ahmad que se había erigido como el nuevo Mahdi a finales del XIX.
Ambos protagonistas, el Mahdi y Gordon eran personajes visionarios y profundamente religiosos, creyentes ambos tanto en la fuerza de sus dioses como en la singularidad de ellos mismos.
Y ese choque de trenes es la principal herramienta con la que la película pretende conseguir sus resultados.
Además de estos hechos históricos, la puesta en escena en batalla de miles de extras filmada con sentido estético y del ritmo le da a esta cinta ciertos atractivos.
Los problemas vienen del lado de las interpretaciones, o mejor dicho de cómo creyeron que se debía interpretar a estos personajes. En el caso de Laurence Olivier, su desempeño es un tanto encasillado y carente de realismo a cambio de acentuar el sentido mesiánico del personaje.
En el caso de Charlton Heston porque no acaba de dar con la tecla para ofrecer un personaje en el que la mística y la autocomplacencia encuentren equilibrio.
El intento por el rigorismo histórico elimina la contrapartida femenina que es sustituida por el elemento religioso, ese rigorismo histórico lleva al momento culmen de la película con la reconstrucción en carne y hueso de la visión que el pintor George W. Joy tuvo de los últimos momentos de vida del general en su cuadro General Gordon's last stand así como de los posteriores acontecimientos en los que se decapita al general y el Mahdi muere meses después de tifus.
En general una estética apuesta por el rigor histórico con poca alma por culpa, en parte, a unas actuaciones desenfocadas.