Sang Woo y su abuela

Espantosa película con un mensaje tan simple y ñoño como sus personajes. Un niño cruel de la ciudad, un engendro entre Calígula y Atila que lo único que merece son "dos hostias y a la mili o al internado y después a la mili " y una abuelita que aspira a la santidad o que simplemente es imbécil. Además todo tiene un trazo más burdo y zafio ya que la viejecita anda encorvada y es muda, lo que supone un alivio, porque más dosis de azúcar pondrían en peligro los niveles de glucosa en sangre. Destacar entre los secundarios a Pedro, que siempre está corriendo para que no le pille la vaca. !Qué bucólico!. Todo ello subrayado y enfatizado con una repugnante y horrorosa musiquilla muy cursi. El autor de la banda sonora es, digamos, "asesinable".
El mensaje de la bondad de la gente del campo, tan sencilla, humilde, solidaria y pobre es tan increíble como el resto de la película. Mencionar a Imamura y su "Balada de Narayama" o a Buñuel y su "Viridiana" son únicamente dos ejemplos de grandes artistas que conocían la podredumbre del género humano independientemente de la clase social de la que provinieran. Bien podréis decir que es una visión radicalmente pesimista. Y es cierto, pero se acerca más a la realidad que esta peliculita que el director dedica a "todas las abuelas del mundo" (no es una broma, es literal).
Independientemente del mensaje, el problema de esta película es la realización que es pésima y carente de sensibilidad pero no de kilos y kilos de sentimentalismo . Una cosa es contar un cuento que nos devuelva a la niñez, a la sencillez ("Mi vecino Totoro", "Amelie", la inolvidable pero solo en v.o. "The sound of music"....) y otra caer en la simpleza y en el "buenismo" más ridículo y vergonzante. Las autoridades sanitarias deberían advertir que, después de su visionado, necesitarás cinco chutes de insulina y también que el cine oriental no tiene necesariamente un plus de calidad. Para muestra un botón.

Obra maestra. .... nunca vi un film donde cada una de las escenas sean tan trabajadas y pensadas... ... un drama de afinidad real que te secara las cabidades oculares... Un film simplemente precioso y muy profecional que enseña como tratar la mal crianza de un niño sin decir ni una palabra... genial !!!

Gran película proveniente de oriente que marca los dos caminos diferenciados del presente, la urbe y el campo.

A simple vista el argumento de esta película es: un niño de ciudad va al campo, en el cual vive con su abuela una estancia durante la cual no para de putearla hasta quedarse agusto, decide cambiar de actitud cuando se le jode la maquinita y no lo queda otra alternativa que vivir con y para el medio que le rodea.

Estrechamente la relación que surge entre la abuela y el niño es conmovedora y graciosa. Sang-Woo abre los ojos ante el gran esfuerzo que realiza su abuela para llevar a cabo todas sus funciones y a la misma vez cuidarle a él.

Película relajante, vistosa y divertida. Se aprende a ver que en la vida rural existen aun el respeto, la solidaridad y el "todo para todos" que dificilmente se arraigan en las culturas urbanas de hoy en día.

Contemplativa y conmovedora historia de amor entre un nieto mal criado y una abuela paciente y comprensiva, que nos regala grandes valores y momentos de reflexión. La historia se sitúa en una remota aldea coreana, donde vive la abuela de Sang Woo, un niño mal criado que por problemas económicos de su madre se ve obligado a vivir una corta temporada con la abuela, descubriendo con el paso de los días que detrás de esa vieja sorda y jorobada, existe un corazón maravilloso, dispuesto a compartir lo mejor de si, a un niño necio y testarudo que sólo ella puede llegar a querer, con esa gran virtud que los años da, paciencia.

Heidi se va las montañas de Corea. Y es un niño. A más no poder: malcriado, consentido, repelente y falto de cachetes. Cuando se va a vivir una temporada con su abuela sordomuda aprenderá nuevos valores que desde entonces no había adquirido; la amistad y el valor de la comunicación. Aquí muy importante como factor paradójico ya que la abuela es parsimoniosa, paciente y sordomuda.

Film resuelto con pocos diálogos por la fuerza de sus imágenes que saben captar perfectamente una idea ya concebida en otros films desgraciadamente disfrazados de manufactura Disney y ambientados en el porche de casa con piscina, a ser posible de clase media alta norteamericana.

Los valores familiares se resuelven en otros países. Des de Dreyer, Bergman, Kiarostami, e incluso Kusturica. Lo puede hacer un americano (y deberían ser más autocríticos en este aspecto, y por eso recurro a Larry Clark, adecuado para padres impertinentes). Un surcoreano como Jeong-Hyang Lee nos lo demuestra sin necesidad de tener que hablarnos en chino para poder disfrutar con nuestros ojos de la sabiduría y la inteligencia en lo que concierne relación abuelos, nietos, padres e hijos.

Una película así debería agotar sus existencias en las estanterías de los grandes almacenes antes de Navidad.