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Rep. Dominicana Sicko
17.299
Documental
Michael Moore vuelve a la carga con un documental que denuncia el sistema sanitario norteamericano; un sistema que, al no existir la sanidad universal, excluye a 50 millones de norteamericanos (que, o bien no tienen seguro de salud privado, o no pueden pagárselo) y que se basa en compañías privadas que buscan principalmente beneficios económicos y en aseguradoras que pagan bonos a los empleados que más rentabilidad les proporcionan al ... [+]
15 de septiembre de 2009
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sicko es una denuncia abierta frente al sistema sanitario estadoudinense. En una sociedad como aquélla, de corte liberal individualista, todo lo que tenga que ver con la palabra Estado chirría. Una vez cruzas esa línea caes en el peligro de ser comparado con un socialista, un comunista o el mismísimo satanás.
El documental realiza un recorrido por distintos países, Canada, Cuba, Francia e Inglaterra, analizando, superficialmente, la sanidad de cada país respectivo y comparándola con la estadoudinense.
Destapa el oscuro juego de los intereses políticos y económicos. Inquieta ver cómo se compra a un congreso. Es duro hacerse a la idea de que millones de personas ciudadanas del país más rico del mundo no tienen cubiertas sus necesidades sanitarias de una manera universal. Si te rompes una pierna, pagas. Si no pagas, te abandonan en la calle malherido.
Podríamos decir que la ley de maximización de beneficios se aplica de una manera sistemática, temeraria. Primero se piensa en los costes y beneficios económicos, luego ya se encargarán de tu salud. Estoy diciendo, que si tienes cáncer y requieres de una operación para no morir, ellos probablemente no te la concedan. Alegarán cualquier excusa barata para no realizar un gasto "superfluo". Es un palo ver que estas cosas aún ocurren y, principalmente, cómo ocurren.
Y para denunciarlo, ahí está Moore. Qué mejor fórmula que irse al país vecino, Cuba, eterno enemigo, para restregarle a los yanquis por la cara que los cubanos son mejores que ellos en cuanto al tipo de sistema sanitario. Moore sabe los puntos débiles, y los ataca como nadie. Te gustarán más o menos las formas, pero el fondo está ahí.
El documental realiza un recorrido por distintos países, Canada, Cuba, Francia e Inglaterra, analizando, superficialmente, la sanidad de cada país respectivo y comparándola con la estadoudinense.
Destapa el oscuro juego de los intereses políticos y económicos. Inquieta ver cómo se compra a un congreso. Es duro hacerse a la idea de que millones de personas ciudadanas del país más rico del mundo no tienen cubiertas sus necesidades sanitarias de una manera universal. Si te rompes una pierna, pagas. Si no pagas, te abandonan en la calle malherido.
Podríamos decir que la ley de maximización de beneficios se aplica de una manera sistemática, temeraria. Primero se piensa en los costes y beneficios económicos, luego ya se encargarán de tu salud. Estoy diciendo, que si tienes cáncer y requieres de una operación para no morir, ellos probablemente no te la concedan. Alegarán cualquier excusa barata para no realizar un gasto "superfluo". Es un palo ver que estas cosas aún ocurren y, principalmente, cómo ocurren.
Y para denunciarlo, ahí está Moore. Qué mejor fórmula que irse al país vecino, Cuba, eterno enemigo, para restregarle a los yanquis por la cara que los cubanos son mejores que ellos en cuanto al tipo de sistema sanitario. Moore sabe los puntos débiles, y los ataca como nadie. Te gustarán más o menos las formas, pero el fondo está ahí.
25 de septiembre de 2007
18 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
SiCKO es otro gran documental de Michael Moore. Sólido, dejando a un lado la sátira de su último documental para poner el dedo en la llaga del Sistema Médico de los Estados Unidos.
Un gran acierto las escenas en las que Moore compara el Sistema de Salud de los Estados Unidos con los de Canadá, Reino Unido y Francia.
Impresiona aun más ver como el Gobierno de los Estados Unidos sin querer ha dejado entrever que los Terroristas asociados con el 11 de Septiembre son mejor tratados a nivel de Salud, que muchos en los Estados Unidos (de acuerdo a lo que recoge Moore en su trabajo de investigación).
Pero que pasa con Cuba. Michael Moore no llegó así no mas con esta gente a Cuba, y mucho menos llegó sin avisar y sin que las autoridades y el propio Fidel Castro supieran de su visita. Por supuesto que si tu eres Michael Moore y te llevas a rescatistas del 9/11 para allá, enseguida te van a recibir con los brazos bien abiertos y te van a manipular y vender la idea de que Cuba es un Mar de la Felicidad, no fue casualidad que enseguida el Cuerpo de Bomberos de La Habana organizó un homenaje, la noticia se esparció enseguida "Michael Moore viene, estiren la alfombra "roja rojita" y vendámosle nuestra Revolución", en Cuba en lo que pisas su territorio saben quien llegó cuando llegó y con quien llegó.
Es una verdadera pena que el Señor Moore se haya dejado engañar y manipular por el represivo régimen de Cuba, así como lo hizo Sean Pean con el aun peor Régimen de Hugo Chávez (Por cierto que si les cuento las pésimas condiciones hospitalarias de Venezuela).
Me hubiera gustado que Michael Moore analizara los medicamentos contra el SIDA que se fabrican en Cuba, no sirven. Michael Moore cayó en la trampa que el régimen Cubano le dejó servido para vender por el mundo su Revolución.
Espero que el Señor Moore sepa recoger y analizar todas las críticas.
Un gran acierto las escenas en las que Moore compara el Sistema de Salud de los Estados Unidos con los de Canadá, Reino Unido y Francia.
Impresiona aun más ver como el Gobierno de los Estados Unidos sin querer ha dejado entrever que los Terroristas asociados con el 11 de Septiembre son mejor tratados a nivel de Salud, que muchos en los Estados Unidos (de acuerdo a lo que recoge Moore en su trabajo de investigación).
Pero que pasa con Cuba. Michael Moore no llegó así no mas con esta gente a Cuba, y mucho menos llegó sin avisar y sin que las autoridades y el propio Fidel Castro supieran de su visita. Por supuesto que si tu eres Michael Moore y te llevas a rescatistas del 9/11 para allá, enseguida te van a recibir con los brazos bien abiertos y te van a manipular y vender la idea de que Cuba es un Mar de la Felicidad, no fue casualidad que enseguida el Cuerpo de Bomberos de La Habana organizó un homenaje, la noticia se esparció enseguida "Michael Moore viene, estiren la alfombra "roja rojita" y vendámosle nuestra Revolución", en Cuba en lo que pisas su territorio saben quien llegó cuando llegó y con quien llegó.
Es una verdadera pena que el Señor Moore se haya dejado engañar y manipular por el represivo régimen de Cuba, así como lo hizo Sean Pean con el aun peor Régimen de Hugo Chávez (Por cierto que si les cuento las pésimas condiciones hospitalarias de Venezuela).
Me hubiera gustado que Michael Moore analizara los medicamentos contra el SIDA que se fabrican en Cuba, no sirven. Michael Moore cayó en la trampa que el régimen Cubano le dejó servido para vender por el mundo su Revolución.
Espero que el Señor Moore sepa recoger y analizar todas las críticas.
Desconocidos
20 de octubre de 2007
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este documental de Michael Moore me ha dejado impresionado, realmente tiene valor para hacer frente a las personas que tienen el poder en EEUU, al igual que lo hizo con sus anteriores documentales, principalmente con Bolos en Columbine.
Para mí no era desconocido el tema del sistema de salud estadounidense, pero con este documental me dejó claro lo que tiene que vivir los estadounidenses con pocos recursos, que no tienen seguro, y hasta algunos que lo poseen.
Muestra al capitalismo en su faceta más dura, en donde las personas con tal de ganar más dinero son capaces de hacer cosas pavorosas, en donde personas de forma egoísta tratan de mejorar su nivel económico a costo de vidas y daños.
Me dejó en claro que los sistemas de salud de varios países latinoamericanos aunque no son óptimos, trabajan de una manera más humana. Por ejemplo, en mi país Costa Rica, a cualquier persona de cualquier nacionalidad se le atiende sin ningún costo si es una emergencia. Y si el seguro (que es una institución del estado) no tiene la medicina necesaria para curar una enfermedad, entonces ellos le dan dinero para poder comprarla.
En verdad, en este documental podemos apreciar el extremismo del egoísmo y de la falta de capacidad de algunas personas para ver que en su país existe algo que está realmente mal.
Para mí no era desconocido el tema del sistema de salud estadounidense, pero con este documental me dejó claro lo que tiene que vivir los estadounidenses con pocos recursos, que no tienen seguro, y hasta algunos que lo poseen.
Muestra al capitalismo en su faceta más dura, en donde las personas con tal de ganar más dinero son capaces de hacer cosas pavorosas, en donde personas de forma egoísta tratan de mejorar su nivel económico a costo de vidas y daños.
Me dejó en claro que los sistemas de salud de varios países latinoamericanos aunque no son óptimos, trabajan de una manera más humana. Por ejemplo, en mi país Costa Rica, a cualquier persona de cualquier nacionalidad se le atiende sin ningún costo si es una emergencia. Y si el seguro (que es una institución del estado) no tiene la medicina necesaria para curar una enfermedad, entonces ellos le dan dinero para poder comprarla.
En verdad, en este documental podemos apreciar el extremismo del egoísmo y de la falta de capacidad de algunas personas para ver que en su país existe algo que está realmente mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
16 de febrero de 2008
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada, la película no pretende más de lo que cuenta (parece increíble que dado lo fácil que lo expone, haya gente que no lo capte). Y no es más que presentar las maravillas de la sanidad americana.
En ello no escatima detalles, desde los inicios de la hecatombe (aka el momento en el que las compañías de seguros sanitarios empezaron a hacerse ricas), pasando por empleados de las propias compañías que participan con sus conocimientos sobre como funciona el tinglado (o como NO funciona el sistema sanitario americano), siguiendo por aquellos que se están haciendo ricos a costa de la salud de los que representan, y finalmente los que nos cuentan de primera mano y en sus carnes lo que te puede pasar si enfermas en EE.UU. Ellos son los verdaderos protagonistas del filme.
Una vez hecho esto, y ver las miserias de ese mal llamado servicio sanitario en los estados unidos... lo compara con el resto. Y esta claro que las comparaciones siempre son odiosas... a todos los niveles.
No olvidemos que es de los EE.UU. del país que hablamos, y no es más que una crítica al sistema sanitario del país mas poderoso y rico del mundo Y COMO TAL lo compara con los países de su nivel, ¿ luego la comparación es proporcionada con los ejemplos tan desproporcionados que vemos? Por supuesto.
Las miserias son retratadas con sucesos incontestables y totalmente objetivos. Que Michael Moore lo adorne poniendo ADEMÁS la opinión del paciente que no es tratado junto a sus lágrimas por no poder hacerse unas tristes pruebas, para mi es subjetiva, sensiblera pero nunca manipuladora.
Es evidente que detrás de cada fracaso sanitario hay una vida, y aunque escueza ver como es esa vida, es muy necesario para ver en el infierno que puede llegar a ocurrir cuando algo tan básico como los cuidados universales no son gratuitos. El sistema es malo por como acaban siendo tratados sus ciudadanos, no lo olvidemos, no al revés. Para darse cuenta de ello hay que ver sus vidas.
Por lo demás, el documental es ameno y no se hace largo. Usa su particular ironía y estilo y por supuesto acabas indignado al ver la película... como nos tiene acostumbrados.
En ello no escatima detalles, desde los inicios de la hecatombe (aka el momento en el que las compañías de seguros sanitarios empezaron a hacerse ricas), pasando por empleados de las propias compañías que participan con sus conocimientos sobre como funciona el tinglado (o como NO funciona el sistema sanitario americano), siguiendo por aquellos que se están haciendo ricos a costa de la salud de los que representan, y finalmente los que nos cuentan de primera mano y en sus carnes lo que te puede pasar si enfermas en EE.UU. Ellos son los verdaderos protagonistas del filme.
Una vez hecho esto, y ver las miserias de ese mal llamado servicio sanitario en los estados unidos... lo compara con el resto. Y esta claro que las comparaciones siempre son odiosas... a todos los niveles.
No olvidemos que es de los EE.UU. del país que hablamos, y no es más que una crítica al sistema sanitario del país mas poderoso y rico del mundo Y COMO TAL lo compara con los países de su nivel, ¿ luego la comparación es proporcionada con los ejemplos tan desproporcionados que vemos? Por supuesto.
Las miserias son retratadas con sucesos incontestables y totalmente objetivos. Que Michael Moore lo adorne poniendo ADEMÁS la opinión del paciente que no es tratado junto a sus lágrimas por no poder hacerse unas tristes pruebas, para mi es subjetiva, sensiblera pero nunca manipuladora.
Es evidente que detrás de cada fracaso sanitario hay una vida, y aunque escueza ver como es esa vida, es muy necesario para ver en el infierno que puede llegar a ocurrir cuando algo tan básico como los cuidados universales no son gratuitos. El sistema es malo por como acaban siendo tratados sus ciudadanos, no lo olvidemos, no al revés. Para darse cuenta de ello hay que ver sus vidas.
Por lo demás, el documental es ameno y no se hace largo. Usa su particular ironía y estilo y por supuesto acabas indignado al ver la película... como nos tiene acostumbrados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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26 de diciembre de 2007
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más el sistema norteamericano es puesto en evidencia por este escritor, director y sin duda, gran americano. Y es que pocas veces he visto a alguien tan patriota como Michael Moore que tiene el suficiente valor para tocarle los cojones a las empresas farmacéuticas y al propio gobierno norteamericano por no brindarle una atención adecuada a la gente que vive en su país y paga por tales servicios.
Sin duda excelente trabajo, una razón más para no creer en la ficticia felicidad del “sueño americano”, evidencia que descubre a los grandes empresarios que manejan empresas que deberían estar al servicio del pueblo, auténticos mercenarios que le aumentan el sueldo al matasanos que rechace más pacientes o que directamente los saque del hospital y los deje en la acera como si fueran basura. Las verdades que se exponen realmente conmocionan, y no es secreto que EEUU tiene un pésimo sistema sanitario pero lo que Michael revela es muy alarmante.
No se podría esperar menos de quién ya nos mostró los intereses del gobierno en el atentado del 9/11. Este documental más que recomendable, es necesario.
Sin duda excelente trabajo, una razón más para no creer en la ficticia felicidad del “sueño americano”, evidencia que descubre a los grandes empresarios que manejan empresas que deberían estar al servicio del pueblo, auténticos mercenarios que le aumentan el sueldo al matasanos que rechace más pacientes o que directamente los saque del hospital y los deje en la acera como si fueran basura. Las verdades que se exponen realmente conmocionan, y no es secreto que EEUU tiene un pésimo sistema sanitario pero lo que Michael revela es muy alarmante.
No se podría esperar menos de quién ya nos mostró los intereses del gobierno en el atentado del 9/11. Este documental más que recomendable, es necesario.
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